martes, 9 de mayo de 2017

Poemas a la Madre - Autores Puneños

 
Foto: Smith Benites Ferro


MADRE
Viene una lágrima
un río de luz antigua
de tus ojos
que todo lo han visto

El polen de la luna llena
dibuja
en el aire
tus labios
sobre los arroyos dormidos

Tus manos son la tierra
de los grandes bosques
la semilla
de los árboles que cruzan el río

Tu voz camina
como la lluvia del estío

Canta la rosa
en tus manos

Las aves abren su vuelo
en tu pecho de montaña.


OMAR ARAMAYO CORDERO

MADRE 

Para eso fuiste arañando
los guijarros de tantos caminos
Días de días tras el pan que se hacía duro
o no venía nunca
aunque en el mástil de tu maquina "Singer"
madre, zumbaba velozmente la esperanza.

Las 3 de la mañana:
! Y el hilo que se enredaba no sé donde!
! Y las agujas que dormían en tus pulmones!

-"Emílio, Luis Celia"-
nos llamaba tu voz quebrada;
y nosotros, agarrados a tu ternura,
no sé porqué llorábamos, madre,
un llanto que nunca lloraron tus ojos...

Pero íbamos,  luego, al campo contigo, saltando como cabritos...
El Sol, las mariposas, el Lago...

¡Que importa el pan que nos falta hoy día,
si tenemos tu sonrisa;
madre:
¡no tenemos hambre! ¡no tenemos hambre!.

Luis de Rodrigo (Biografía)


EN EL DIA DE LA MADRE

Tengo a mi madre. Tengo lo que muchos no tienen:
luz que ilumina mi senda y vigila mis pasos,
para que yo no caiga, brazos que me sostienen
en todas las auroras y todos los ocasos
Si me ataca la hiel de algunos desengaños
surge ella en mi espíritu, para espantar la hiel,
hiel, que a veces, se mezcla a paz de mis años
al sabor de mi pan y a la flor de mi miel.

Yo la tengo metida dentro del alma mía,
como la tiene Cristo a la Virgen María,
madre de todo el mundo, y es por eso que hoy día

Me crezco y resplandezco como el sol que se expande,
incrustando los rayos de su intensa alegría,
en lo garzo del lago y en lo blanco del Ande.

Dante Nava. (Biografía)



MADRE


Tu nombre viene lento como las músicas humildes
y de tus manos vuelan palomas blancas

mi recuerdo te viste siempre de blanco
como un recreo de niños que los hombres miran desde
aquí distante

un cielo muere en tus brazos y otro nace en tu ternura
a tu lado el cariño se abre como una flor cuando pienso

entre ti y el horizonte
mi palabra está primitiva como la lluvia o como los himnos
porque ante ti callan las rosas y la canción.

Carlos Oquendo de Amat

lunes, 8 de mayo de 2017

Magda Portal y los hermanos Peralta

Carlos Portugal Mendoza, a propósito de la exposición sobre Magda Portal en la Casa de la Literatura.
Arturo Peralta, 1924, foto dedicada
 a Magda Portal (Biblioteca de la
Universidad de Texas)

En 1924, una joven Magda Portal (1900-1980) llegaba a Puno, acompaña de su pareja Serafín del Mar y su hija Gloria. Sus contactos en la por entonces pequeña ciudad de Puno eran los hermanos Peralta, dos jóvenes con cierta trayectoria intelectual, pues habían publicado las revistas “La Tea” y “Bohemia Andina”. Arturo Peralta, luego de retornar tras varios años de Bolivia, escribía por entonces en la revista “Kosko” del Cusco, empleando por primera vez el célebre seudónimo de Gamaliel Churata, mientras que Alejandro preparaba su primer libro de poemas “Ande”.  

En sus memorias, Magda Portal recuerda los motivos de su visita a Puno y su encuentro con los hermanos Peralta:
“Por razones de salud y por estar vigilada por la policía, viajo a la Paz, pero antes hago una pequeña estada en la ciudad lacustre de Puno. Bella y extraña esta ciudad, la capital más alta del mundo, tiene una atmosfera de gran pureza y la pléyade de intelectuales más notables del Perú.  En Puno conocí a Gamaliel Churata y Alejandro Peralta, hermanándonos en nuestras criticas frontales frente al centralismo limeño y el “limeñismo”, especie de tara mental – y social- que hizo -pues algo ha cambiado- la capital de la mediocridad” [1].

Como señala la poetisa en un artículo suyo publicado en los setenta, su encuentro con Gamaliel Churata fue muy importante en su formación.
“A Gamaliel lo admiré desde que estreche sus manos…Creo que desde allí deje de ser limeña para ser integralmente peruana, y poco más acá, latinoamericana”. Recuerda también a Alejandro Peralta,  “toda su obra está sangrando poesía peruana, toda esta impregnada de color y sabor telúricos, toda llena de su acento fraterno hacia la tierra y hacia el hombre, hacia el paisaje y su belleza imponderable”, y a Demetrio, el tercer hermano, artista ilustrador del Boletín Titikaka. “Los tres fueron como ráfagas, como llamaradas, como relámpagos en la noche de la cultura peruana” [2].

Del encuentro con los Peralta nació una entrañable amistad y colaboración en el ideal común de transformar el Perú. A su retorno obligado de Bolivia en 1926, Magda Portal hace participar a los Peralta en las revistas (hojas) vanguardistas que pública en Lima, a través de las cuales éstos hacen conocer su poesía en Lima, como también lo harían luego a través de la revista  “Amauta”. En el editorial de “Rascacielos”, Magda Portal escribe:
“En los nuevos caminos abiertos a los hombres para la fraternidad universal –entusiastas como una caja de pájaros extendemos las manos respondiendo en el mismo gesto amplio, aunando nuestras fuerzas espirituales para que no fracasen los primeros intentos…firmamos estos cinco nombres claros –serafín del mar, magda portal, gamaliel churata, alejandro peralta, julián petrovick” [3].
 
Foto de Víctor Chambi
con dedicatoria.
Iniciada la publicación del Boletín Titikaka (1926) por el Grupo Orkopata que dirigían los hermanos Peralta, se recogen allí artículos de Magda Portal y comentarios sobre sus primeros libros: “Única en Perú Poetisa de dinámicos horizontes 8 cuentos quemados de sudor jornalero Walkiria de nuestras bravas selvas líricas ha desatado las amarras del subsuelo a carrera firme en lo espeso de la agitación proletaria. Esta mujer tiene erigida su barricada mental en un bocacalle de América [4].

En 1929 Magda Portal publica “El nuevo poema y su orientación hacia una estética económica”,  escrito en México y en el cual presenta el panorama de la naciente poesía latino americana de nuevo perfil líricos y enraizada en lo popular, indígena y americano. Dice allí sobre la poesía de los Peralta:
“Al sur de América, junto al lago Titicaca de la leyenda, dos poetas identificados con la raza indígena por sus tres cuartas partes, están produciendo una nueva fórmula de belleza. Son los que más se acercan a la terca e ingenua idiosincrasia del individuo arrimado a las vértebras andinas que por tanto tiempo han guardado avaramente sus emociones en  su odio profundo a la raza de los usurpadores”. En el libro se cita completo el poema “El Indio Antonio” de Alejandro Peralta y se dice de Gamaliel Churata, “espíritu hirsuto e indomado, soñador de la liberación del indio, como un nuevo Cahuide, despeña desde los andes sus galgas formidables sobre la cobarde clase latifundia. Este poeta, el más noble producto de las condiciones actuales de su ambiente, posee un fervor místico y une a la fuerza tempestuosa de su temperamento, la honda emotividad de la raza más triste i mas rebelde que hay en el Sur de América: la raza keswa” [5].

La turbulencia política de finales de los años veinte y la separación de apristas y comunistas, llevaron por distintos caminos a Magda Portal y los Peralta. La primera, formó en México parte de los primeros grupos apristas, mientras que Gamaliel Churata, simpatizó con el partido socialista fundado por el Amauta (1928), aunque luego tendría un momento de entusiasmo por el APRA (1930) ([6]), para luego mantenerse independiente, pero con ideas políticas propias. 

La fuerte represión desatada por Sánchez Cerro en el año 1932 obligó a Churata a abandonar el Perú y viajar a Bolivia, mientras que Alejandro inició una vida anónima en Puno, Iquitos y luego en Lima. En cambio Demetrio Peralta militó en el Partido Socialista y luego en el Partido Comunista Peruano, asumiendo el precio de sus convicciones. Por su parte Magda Portal permaneció en el Perú desarrollando una fuerte actividad política, formando parte de los fundadores del Partido Aprista (1930), hasta que en el año 1936 viaja a Bolívia, tras haber permanecido presa por 500 días y escapando de la persecución política desatada por Benavides. 
Magda Portal y Fernando Tapia en Ayaviri (1933)
 Biblioteca de la Universidad de Texas.

En Bolivia Gamaliel Churata, desde una postura socialista y andinista, tomó férrea distancia del aprismo, señalando en una entrevista del año 1936 “Debo decir a usted que tal planteamiento de la filosofía de la historia del Perú demuestra que el APRA no solamente no es un partido revolucionario ni de izquierda: es un partido que representa el colonialismo de la costa [7].

Las distintas posturas políticas asumidas, serían el motivo por cual no se conoce ningún  contacto entre Magda Portal y Churata en los años treinta y después, a pesar que en 1938 Magda Portal viaja a Bolivía, donde residía Churata, rumbo a Buenos Aires, y que luego pasaría por La Paz en algunas ocasiones.  De lo que si hay constancia es de la presencia de la poetisa en el altiplano en los años treinta  y cuarenta, animando a los núcleos del Appra, partido en el cual militaron algunos de los antiguos integrantes de los grupos Orkopata (Puno)  y Colla (Huancané), como Emilio Vásquez,  Julián Palacios, Aurelio Martínez, entre otros. En los años cuarenta, durante la primavera democrática previa a las elecciones generales, recorrio Puno visitando Lampa y otras provincias en campaña por la candidatura de Víctor Raúl.

Magda Portal fue una de las principales lideresas, sino la principal,  del Partido Aprista, aún cuando los puestos principales de la jerarquía de ese partido fueron siempre ocupados por hombres. En 1944 renunció al Apra en protesta por la discriminación de las mujeres, a quienes se negó la condición de militantes plenos con el argumento de que no podían votar en las elecciones generales, así como también por el abandono del programa político antimperialista de la etapa auroral del aprismo.

En los años setenta, Alejandro Peralta escribiría un sentido poema dedicado a Magda Portal, renovando la  amistad de los hermanos Peralta con la antigua compañera de ideas e ideales.
“Y nació para cantar
Con toda su entraña.
Voz de América
No es ni elegía ni cantiga.
Que es acción y masa organizada
y dolor,
y sangre de albas”.


[1] “Trazos cortados”. Autobiografía inédita. Biblioteca de la Universidad de Texas.
[2] “Los hermanos Peralta”. Diario El Comercio 21 de junio de 1977.
[3] “Rascacielos” Octubre de 1926. En las sucesivas revistas Trampolín, Hangar, Rascacielos y Timonel, se publican los poemas de  “Penetración” y “Hombres Ultraorbicos” de Churata. También publicó en la revista Carlos Oquendo de Amat.
[4] Comentario al libro “El derecho de matar” de Magda Portal y Serafín del Mar. Boletín Titikaka, octubre 1926.
[5] “El nuevo poema y su orientación hacia una estética económica”. Magda Portal. México. Fragmentos del libro se publican en Boletín Titikaka, Enero 1929, tomo II, N° XXVI.
[6] “MILITARISMO más APRISMO igual Gobierno del Pueblo...Sin embargo, aún tendrá que luchar el socialismo contra la reacción…El socialismo decente que propugnan Villarán y Manzanilla pasó a documento  de arqueología, por tanto, el único socialismo que nos conviene es el de Haya de la Torre: el aprismo. Doctrina continental y solución nacional”. “Croad Sapos”. Folleto, 24 de setiembre de 1924. En “El Ultraorbicismo en el pensamiento de Gamaliel Churata”. Manuel Pantigoso. Universidad Ricardo Palma 1999.
[7] Asimismo, señala:  “Y el APRA y sus jóvenes acólitos podrán saber entonces que, dialécticamente inclusive, la realidad del Perú está en los Andes, que el Perú es un fenómeno andino, como el APRA es un fenómeno de la costa; que el indoamericanismo para los peruanos principalmente no tiene tantas letras como estupideces en cada una de ellas; y que no queda otro camino que “peruanizar el Perú”, como quería el “comunista” Mariátegui, lo cual implícitamente quiere decir: andinizar el Perú”. Entrevista a Gamaliel Churata en “Hacia la Federación Socialista en el Perú”, publicado por la Unión Juvenil Andina, La Paz, Agosto 1936. En “El Ultraorbicismo en el pensamiento de Gamaliel Churata”. Manuel Pantigoso. Universidad Ricardo Palma 1999.