miércoles, 22 de agosto de 2018

NAVEGANDO EN EL TIEMPO (IX): LA NAVEGACIÓN MODERNA



Tapa del libro La flota del Titicaca, de José de la Jara Alatrista.
Bienvenidos amigos a nuestra reunión de los miércoles. Por favor pasen y tomen asiento. Con la llegada de Yavarí (1870) y yo (1872) al lago, se inició la navegación a vapor en el lago, la primera nave que se sumó fue la “Aurora del Titicaca” pequeño vapor que navegó entre 1871 y 1877, año en que se hundió cerca a la isla Amantaní. Más tarde, en 1893 llegó la "Coya", que medía 51.53 metros de largo y fue traída por la empresa Peruvian, a la cual pasamos a pertenecer también Yavarí y yo. Más tarde en 1908 la empresa sumó el "Inca" de unos 67.05 metros de largo.

El Yapura, en pleno armado en Huajje, Puno. Navegó en 1862
A inicios de los años veinte otras naves surcaban el lago empleando los nuevos motores diésel, como la lancha Italia, motonave de la familia de don Juan Passano, dueño de una prestigiosa casa comercial en Yunguyo, quien la trajo de Italia y la armó en Puno. En 1923 manos criminales la incendiaron y tras su refacción se usó sólo para transporte de carga.

En 1930 llegó el "Ollanta", de unos 80.77 metros de largo. Más grande fue todavía el "Maco Capac", que llegó en 1971 y que con sus 87.00 metros de largo es el buque de mayor tamaño que ha navegado en el lago. Podía transportar hasta vagones de tren.
Vapor El Inca.
Con la aparición de los motores diésel también se impulso el transporte terrestre y la aparición de naves más pequeñas y potentes, lo cual junto al decaimiento del comercio de minerales con Bolivia hizo que fuéramos quedando de lado los grandes buques en el lago. Pero, al menos Yavarí sigue como barco museo y yo sigo surco el lago. Lo que esperamos es que nunca dejen de navegar las hermosas balsas de totora, que admiran los turistas y que son la prueba del ingenio de nuestros antepasados.

Motonave Lancha Italia. Fuente Muro del señor Juan Passano.
Bueno, por el momento hasta aquí llegamos con nuestros viajes por el tiempo, espero que pronto podamos seguir surcando la historia del lago...y no sólo hacia al pasado, sino ¿por qué no? también hacia el futuro...Gracias por su compañía...hasta la próxima y no se olviden de cuidar el lago y visitar a Yavarí, en el muelle de Puno.

martes, 21 de agosto de 2018

NAVEGANDO EN EL TIEMPO (VIII): INVASIÓN Y RESISTENCIA DESDE EL LAGO

Hola bienvenidos a bordo, por favor acomódense. 
En nuestro encuentro anterior les conté como llegamos Yavarí y yo a Puno. Poco a poco fuimos conociendo el lago, descubriendo sus hermosos paisajes y conociendo a la gente nos saludaba desde las balsas y las orillas. Todo iba bien hasta que en abril de 1879 el tren trajo la noticia de que Chile había declarado la guerra al Perú y Bolivia.

Uniformes peruanos.
Libro "Uniformes de la Guerra del Pacífico".
Patricio Greve.
Entonces Puno se puso de pie y nos tocó transportar parte de los miles de voluntarios que formaron los más de 22 batallones, cada uno con más de 600 hombres, que partieron a la guerra. Esos batallones procedían de Puno, Azangaro, Huancane, Lampa, Chucuito, Carabaya, Sandia y otros lugares, además otros miles de voluntarios partieron para reemplazar a los valientes que caían en las batllas, como en el caso de los Batallones Puno y Puno 6 cuyos integrantes casi todos murieron en la batalla de Tarapaca (1879).
Cierto, muchos de los quechuas y aymaras fueron reclutados contra su voluntad, pero también una gran parte partió convencidos de que lo correcto pelear junto al “General Perú”.
Yavarí y yo también transportamos alimentos, ropa, ganado y hasta caballos que Puno enviaba para la defensa. No sólo hombres iban a la guerra, sino también miles de mujeres, mal llamadas “rabonas”, que acompañaban a sus parejas ayudando con la cocina y atendiendo a los heridos y tomando también las armas cuando era necesario. Se cuenta que luego de la batalla de Arica (1880) más de 300 de ellas fueron capturadas y luego tuvieron que regresar caminando hasta sus comunidades.
Pintura el Repase de Manuel Muñiz 1888.
Una mañana de octubre de 1883 Yavari me despertó y me contó como confidencia que la noche anterior había transportado desde Puno a Guaqui (Bolivia) nada menos al Vicepresidente Lizardo Montero quien huía de la defensa de Arequipa. Me contó también que Montero en su camarote, escribió una carta a Andrés Avelino Cáceres anunciándole que abandonaba el Perú y le decía que se encargara de la resistencia. Al escuchar esto, pensé que todo estaba ya perdido.
Dibujo, libro "Expedición Arequipa" Sergio López Rubio.

Para que ustedes puedan conocer lo que pasó luego vamos a viajar a esa época. Prepárense por favor, pónganse los salvavidas y agárrense bien. Vamos a una situación de guerra y tenemos que cuidarnos. Ya estamos aquí, en el muelle de Puno, pero es el domingo 4 de noviembre de 1883.
Miren, a pesar de que es domingo, la plaza de armas está vacía. Desde aquí podemos ver que se aproxima el tren que viene de Arequipa. Nos acercaremos más al paradero del tren. ¿Quiénes están bajando? ¿Son nuevos voluntarios puneños?. No, no, son soldados de Chile, de los batallones Lautaro y Coquimbo, traen también 50 jinetes a caballo y toda una sección de artillería. No hay resistencia, Puno es una ciudad exhausta por la guerra y casi no hay hombres en condición de pelear. En unas horas más los invasores se instalarán en el Colegio San Carlos, en el templo de San Juan y en una casona de la calle Arequipa y Pardo.
Aquí en el puerto estamos sólo nosotros, Yavari y todos los barcos nos hemos ido al puerto de Chilalaya (Puerto Prado) en Bolivia para evitar ser capturados. En los siguientes días Yavarí, valientemente se dedicará a vigilar desde el lago el despliegue de las fuerzas enemigas para informar a los patriotas que se resisten en especialmente en Lampa, Azangaro y Chucuito, mientras que montoneras atacarán a las fuerzas chilenas en Juli y Zepita, con apoyo boliviano, y grupos de guerrilla bajan a la costa de Moquegua y Tacna para hostilizar a los invasores.
Modelo de la Colo Colo: Internet.
Para neutralizar a los patriotas y controlar el lago ante una posible ofensiva desde Bolivia, el ejercito chileno enviará desde Arica nada menos que una torpedera. Así llegó por tren la torpedera Colo Colo, una pequeña nave que desplaza unas 5 toneladas y mide unos 15 metros, pero que cuenta con dos ametralladoras y 2 torpedos de pertiga. Inmediatamente la torpedera fue armada y puesta en el lago.
Ante la mayor capacidad de fuego de la torpedera, los viajes de vigilancia de Yavari tuvieron que suspenderse, quedando acoderada en el puerto de Chilalaya junto con nosotros los otros buques peruanos y bolivianos.

Tras 281 días, el 11 de agosto de 1884, el ejercito invasor se retiró de la ciudad de Puno. Luego de la guerra el Perú quedó en quiebra y con parte de su territorio cercenado. La recuperación sería lenta e injusta: en Puno la contribución de quechuas y aymaras en la defensa del Perú fue “premiada” con la expansión sin precedente de las haciendas a costa de las tierras de las comunidades.
Pronunciamiento de Huancané.
Tomado del muro de Fernando Chuquipiunta Machaca.

Gracias, por acompañarme en este viaje y los espero el próximo miércoles para presentarles al resto de la flota de buques a vapor que navegamos en el Titicaca.
Bibliografía
“Expedición Arequipa Puno y Paz de Ancón”. Sergio López Rubio. Chile, 1985.
“Puno en la guerra con Chile”. Mario Nuñez Mendiguri. Universidad Nacional del Altiplano. 2012.

lunes, 20 de agosto de 2018

NAVEGANDO EN EL TIEMPO (IX): NAVEGACION A VAPOR



Hola, bienvenidos, gracias por venir nuevamente a esta nuestra cita con la historia de la navegación en el lago. Esta vez les contaré como es que yo y mi hermana Yavari llegamos desde Inglaterra hasta este hermoso Lago.
Yavari moderno. Yavari org.
¿Qué nombres raros, no?. Yavarí y Yapura. No son nombres quechuas o aymaras, sino de dos ríos de la selva. Sucede que en un principio íbamos a ir allí, pero el Presidente don Ramón Castilla pensó que también era importante reforzar esta frontera. Por ello en 1861 solicitó al astillero James Watt Foundry de Birmingham, Inglaterra, la construcción de dos buques a vapor gemelos para el Titicaca, cada uno de unas 140 toneladas..
Yapura. Fuente: Archivo digital del Museo de Arte de Lima.
¿Alguien sabe cómo llegamos hasta Puno?. Si, así es. Vinimos divididos en casi 2,000 partes que fueron transportadas a lomo de mula y cada animal no podía transportar más de 170 kilos cada uno. Primero llegamos a Arica en 1862 y de ahí en tren a Tacna y luego subimos los andes, el viaje no debía demorar sino seis meses, pero terminó demorando más de 6 años, pues se interpusieron además del trayecto difícil y los incumplimientos de los transportistas, nada menos que la guerra de Perú con España (1862-1863), el terremoto de Arica (1868) y la revolución de 1867 contra el Presidente Ignacio Prado que había restablecido el tributo indígena.
En 1866, ante el gran retraso de nuestra llegada a Puno, el Prefecto de Juli y otras autoridades decidieron reclutar 1,000 personas para ir a buscar la carga que se había quedado en el camino. De esta manera casi en hombros de los propios puneños pudimos llegar hasta Puno, hasta Guaje, donde se había instalado el astillero para armarnos.

Foto del libro “Vapor Yavari” de Meriel Larken.
Casi todo estuvo a punto de perderse cuando por la revolución contra Prado se cerró la base naval en el Titicaca. Ante la demanda de los puneños el proyecto continuó y así en 1868 se inició el armado de Yavarí y finalmente el 25 de diciembre a las tres de la tarde de 1870 ella fue puesta en el agua ante la algarabía de la población y las principales autoridades de la región. Originalmente Yavarí era una cañonera, pero sus cañones se quedaron en la costa por la guerra con España, de modo que desde el principio ambos barcos nos dedicamos al transporte de personas y cargas en el lago.
El 18 de marzo de 1872 me tocó a mí entrar al lago, donde he pasado toda mi vida. ¿Si soy inglés o soy peruano?. La verdad es que nací en Inglaterra pero me siento sobre todo puneño, mi estructura y parte de mi maquinaria es de Inglaterra, pero mis ojos se abrieron aquí en este lago de tantas historias y leyendas.
Sería ingrato no mencionar a los ingenieros ingleses que nos armaron aquí en el lago, vinieron sólo para ese trabajo pero se quedaron muchos años debido al retraso del proyecto, varios lamentablemente murieron en las agua del lago cuando todavía no habían empezado a reconstruirnos. A ellos y a los puneños que trabajaron en nuestro armado, a los que nos subieron por los andes, y a los oficiales y marinos peruanos les estoy muy agradecido.
Foto de la Colección Stübel. Instituto Leibniz de Geografía Regional

Sobre todo porque supieron superar muchas dificultades, incluso cuando al principio encontramos que no había carbón para alimentar nuestras calderas y tuvimos que usar el estiércol del ganado, una alternativa que resultó buena y funcionó hasta las primeras décadas del siglo XX.
Recuerdo con nostalgia cuando salía de viaje con mi hermana. Yavarí navegaba hacia el lado de Vilque Chico, Moho, Conima, Carabuco, Huata, Achacachi, Isla del Sol, Copacabana, Ccarapata, Yunguyo, Pomata y Juli, en total unos 530 kilómetros. Y yo por mi parte hacía el viaje en el sentido contrario.
Muchas anécdotas nos ocurrieron, incluso en una ocasión en 1876 partidarios de Nicolás de Piérola y contrarios al entonces presidente Manuel Prado, nos secuestraron por varios días. Ha pasado mucho tiempo desde que en 1862 nos construyeron en Inglaterra, tenemos casi 160 años, somos los buques a vapor más antiguos que todavía navegan en el mundo, y esto gracias a que las aguas del lago no son saladas y el buen mantenimiento que nos han dado.
Ahora yo pertenezco a la Marina del Perú, ¡que honor!, soy el Buque Armada Peruana “Puno” y durante muchos años hice servicio de barco para llevar servicios de salud a los pueblos. Mi hermana Yavarí es un buque museo anclado en el puerto de Puno, gracias al proyecto Yavarí que promovió Meriel Larken. Yavarí es un poco más grande, porque en 1895 le aumentaron unos 15 metros más. Vayan a visitarla y conocer más de nosotros, los buques que formamos parte de la flota a vapor del Titicaca.
Yapura moderno. Internet.

Hasta el próximo miércoles.
BIBLIOGRAFIA
“Vapor Yavari. Navigation on Lake Titicaca”. Meriel Larken. Lima 2007.
”La Flota del Titicaca”. José de la Jara Alatrista. Puno 2012.

domingo, 19 de agosto de 2018

NAVEGANDO EN EL TIEMPO (VII): REBELION EN LAS ISLAS Y LA INDEPENDENCIA EN PUNO


Hola amigos y amigas, gracias por acudir a nuestra cita de los miércoles para viajar en el tiempo hacia momentos importantes en la historia en la navegación en el lago. Esta vez vamos a ir a la época de la independencia. Les agradeceré que se pongan sus salvavidas y se acomoden.
Como sabemos el 28 de julio de 1821 se juró la independencia en Lima, pero los españoles siguieron controlando el interior del país, de modo que sólo en los años siguientes los pueblos del interior juraron la independencia del Perú. Así ocurrió en Puno, donde los realistas se habían hecho fuertes, de modo que recién en diciembre de 1824, luego de la batalla de Ayacucho, se procedió en la ciudad del lago a la juramentación. En ese momento, las islas del lago Titicaca,como Amantani, Taquile y la Isla Esteves eran utilizadas como cárcel para los patriotas capturados.
Vamos entonces al 27 de diciembre de 1824. Listo, estamos frente a la Isla Esteves, allí hay unos cien presos, en este lado de la Isla vemos un pelotón de fusilamiento realista a punto de fusilar a tres españoles. Uno de ellos es Francisco Anglada quien preparaba dejar libre a los presos y pasarse a los patriotas, que una vez descubierto está a punto de ser muerto. Hasta aquí todo parece un enfrentamiento entre españoles, unos con el Rey y otros con la nueva Patria. Pero vean, están saliendo del puerto de Puno muchas balsas de totora que van a atacar la isla, son los quechuas y aymaras de los lugares cercanos a la ciudad que se han levantado frente al poder español. Por el camino que se acerca a la Isla también vemos una tropa de unas 300 personas que con algunos españoles que se han pasado a la cauda patriota, llevan unos 4 cañones.
Miren, el fusilamiento se ha suspendido. No han tenido más remedio que soltarlo y rendirse ante el levantamiento de los “indios patriotas” como los llaman y la gente de la ciudad. Los presos son liberados y ahí levantan en hombros al preso de más alta graduación, el General Rudecindo Alvarado quien está tomando una balsa y acompañado por los puneños se dirige a la ciudad. No será necesario mayor enfrentamiento, los realistas dirigidos por el Brigadier Maroto se rinden y al día siguiente Maroto abandonará Puno con dirección de Arequipa.
General argentino Rudecindo Alvarado
quien luego de ser liberado, presidió la Jura de la Independencia en Puno.

El acto de juramentación se efectuará el jueves 30 de diciembre de 1824, con la presencia del Prefecto de Puno Pedro Miguel Urbina, nombrado por el General Rudecindo Alvarado, y del primer alcalde de la República el médico José Manuel Morales. La población de la ciudad y de los pueblos cercanos participará masivamente en ese acto y se declararán tres días de feriado. En los días siguientes otras ciudades de Puno, como Azángaro y Lampa, realizarán sus propios actos de juramentación. Con lo que hemos visto en este viaje se termina con la idea de la Independencia en Puno no tuvo la participación del pueblo.
Monumentos en la Isla Esteves: A la izquierda, a Jhon Ortton investigador norteamericano fallecido en el lago. A la izquierda a los patriotas muertos en las carceles en las islas. Se consruyó en 1863. (Del libro Washington Cano, Estudio Geografico, Historico y Sociológico del Lago).


Ejemplo de goleta (La foto no es en el lago).
Bueno, hemos terminado este corto viaje, mientras retornamos al presente, les cuento que luego de la independencia se incentivó la navegación comercial en el lago. En el lado de Bolivia, en 1832 el Prefecto paceño Francisco Pinedo ordenó construir una pequeña goleta de bordas poco elevadas y provista con dos mástiles. Por el año 1870 parte del puerto de Puno la goleta de casco de fierro Independencia que desplazaba unas 200 toneladas, lamentablemente naufragó.
Mejor suerte tuvo la goleta de fierro Aurora que navegó entre 1860 y 1877. Las goletas tenían dos o más mástiles y se diferenciaban de los Bergantines sobre todo en la disposición de las velas, además generalmente tenían casco de fierro. Fueron las últimas naves a vela, luego vendría en el mundo la navegación a vapor, que en el caso del Titicaca se inició con los dos primeros buques que llegamos al Titicaca, yo Yapura y mi hermano, el artillero Yavarí.
Esta historia se las contaré en el próximo viaje. Hasta el miércoles.


Bibliografía:
[1] Juan Santos Vargas. "Diario de un Comandante de la Independencia Americana 1814-1825". Siglo XXI Editores. Mexico 1982.
[2] René Calcin Anco. En Puno Mágico:
[3] Alfonso Torres Luna. "Puno Histórico" Talleres Gráficos "Colegio Unión". Lima, 1968.

lunes, 13 de agosto de 2018

NAVENGANDO EN EL TIEMPO (I)


Hola, me llamo YAPURA y soy uno de los primeros buques que navegó en las legendarias aguas del lago Titicaca. Aún cuando físicamente todavía navego y me conocen como el BAP Puno, puedo también transportarme en el tiempo como un barco fantasma que los llevará a presenciar la historia de la navegación en el Titicaca. Estaré en este puerto todos los miércoles.

Antes les contaré un poco de mi propia historia. Mi nacimiento duró muchos años: en 1861 el Presidente Ramón Castilla ordenó que se adquirieran en Inglaterra dos buques para el lago Titicaca: El Yavarí y yo el Yapura, nombres que corresponden a dos ríos de la selva peruana. En 1862 yo y mi hermano el Yavari llegamos al entonces puerto peruano de Arica, divididos en unas 2,762 partes. Fuimos trasladados por tren a Tacna y de allí a Puno a lomo de mula, demorándonos 7 años en terminar de llegar debido al terremoto en Arica, las revueltas civiles y hasta la guerra con España. Finalmente en enero de 1869 empezó nuestro amado en Guaje, estando listo primero mi hermano mayor el Yavari, un cañonero un poco más grande que yo y que fue "botado" al lago en 1870. Yo empecé a navegar en marzo de 1872 y fuí destinado al transporte de carga y personas entre Perú y Bolivia.


Aqui mis características: Eslora: 38.16 m. Manga: 6.10 m. Puntal: 3.96 m. Motor de 60 HP a vapor, empleando excremento de llama para la combustión, ya que era imposible conseguir carbón en el Altiplano. Además tenía dos velas auxiliares.
Nuestra primera playa: la navegación en la época preincaica.
Acuáticamente suyo,
EL YAPURA