lunes, 30 de diciembre de 2013

Historia de la Educación en Puno

Librería internet: Libros Peruanos
Historia de la Educación en Puno”. José Portugal Catacora. Universidad Nacional del Altiplano. 446 páginas. Puno, 2013.

La obra reúne un conjunto de 28 experiencias educativas realizadas en el altiplano, empezando con la de Manco Cápac y Mama Ocllo que habría fundado la educación espontánea presente en las comunidades quechuas y aymaras, pasando por la formación de la escuela de la posguerra del pacífico y las numerosas  experiencias educativas que se desarrollaron en el siglo XX, entre las que destacan el ensayo de Escuela Nueva del Maestro José Antonio Encinas y los Núcleos Escolares Campesinos, hasta llegar a la experiencia del Instituto Experimental de Puno realizada entre 1947 y 1957.
Considerando el vasto proceso educativo que vivió Puno, muchas otras valiosas experiencias pedagógicas no han sido recogidas en el libro, principalmente por insuficiente información, pero las incluidas permiten  contar con un amplio panorama pocas veces tratado en conjunto. 

El libro combina el recuento histórico con el ensayo y el testimonio, siguiendo a la descripción de cada experiencia educativa una valoración pedagógica que añade un valor especial, pues las apreciaciones de Portugal Catacora son las de un educador seguidor de las ideas de Encinas, quien precisamente auspició el establecimiento del Instituto Experimental de Puno, cuyo Director fue el autor.
En muchos casos el relato de las experiencias recopiladas incluyen referencias a la propia participación del autor, quién fue un activo protagonista de los sucesos educativos en Puno en las décadas del treinta y el cincuenta del siglo XX.
Resulta especialmente valiosa la incorporación de breves biografías de quienes condujeron o intervinieron en los casos estudiados, lo cual hace más vivo el esbozo histórico y convierte al libro en un homenaje a quienes, superando innumerables problemas y vicisitudes, protagonizaron tan trascendentales procesos educativos.
Debido a la limitada bibliografía existente al momento de la elaboración del libro, el autor optó por emplear principalmente información propia, extraída de sus archivos y especialmente de su memoria y de la de quienes participaron en las experiencias. Para los casos más antiguos, la fuente fue la tradición oral. Por ello el libro original no contiene referencias bibliográficas, salvo algunos libros que, en lo posible, han sido identificados y consignadas en una bibliografía post  scriptum.
 “Historia de la Educación en Puno” fue elaborado por su autor a lo largo de doce años, empezando en 1969 y culminando algunos de sus capítulos en el año 1980. Su redacción se vio interrumpida en diversas ocasiones por problemas de salud y por la elaboración de otros textos, pues en ese mismo período publicó “Los padres, los niños y la vida” (1974), “Niños del Altiplano” (1976),  “Estrategia para guiar el aprendizaje” (1980) y escribió numerosos artículos en diarios de Lima.

Por ello, el libro fue redactado en diversos momentos y no alcanzó tener una versión corregida exhaustivamente para su publicación. Para la  presente edición se han realizado las correcciones indispensables, optado por respetar, en todo lo posible, el manuscrito original a fin de presentar lo más fielmente el pensamiento del autor, quien quiso legar a las nuevas generaciones un balance de la educación puneña y el reto de emular los trascendentales esfuerzos y la creatividad que desplegaron los maestros y maestras protagonistas de la historia de la educación en Puno.

INDICE DE LA OBRA
I. La Educación Social de Manco Cápac y Mama Ocllo / II. La Escuela de Post guerra del 79: 1884-1900 /     III. La Escuela de Perfección: 1900-1902 / IV La Legendaria Escuela de Utahui-Laya: 1903-1905 / V. Un Ensayo de Escuela Nueva en el Perú: 1907-1911 / VI. La Escuela de la Mamita Iglesias: 1909-1913 / VII. La Misión Adventista del Lago Titicaca: 1912 / VIII. La Universidad Libre de Orqopata: 1923-1932 / IX. La primera Escuela Normal Rural: 1926-1937 / X. La Escuela Rural de Pacastiti: 1926-1936 / XI. La Escuela Ambulante de las Pampas de Ilave: 1929 / XII. La Escuela de la Congregación Salesiana: 1929-1974 / XIII. El Movimiento Educativo Rijchari: 1935 / XIV. Un Ensayo de Aprendizaje por grupos: 1935 / XV. La Academia de las Lenguas Aymara y Quechua: 1935-1965 / XVI. La Primera Brigada de Culturización: 1939-1945 / XVII. La Escuela Experimental de Ojherani: 1944-1951 / XVIII. Un Curso pionero de capacitación: 1942. / XIX. La Campaña de Alfabetización en Puno: 1943-1945 / XX. La Colonia Indígena de Trabajo Colectivo de Vilquechico: 1943-1948 / XXI. Un Curso de Perfeccionamiento Docente: 1943-1944 / XXII. Un Ensayo de Programa Acelerado: 1944 / XXIII. La Escuela Andina de Enfermeras: 1944-1947 / XXIV. La Escuela Regional de Bellas Artes: 1955 / XXV. La Reforma de la Educación Nacional: 1943 / XXVI. El Ensayo Bilingüe de Qamaqachi:  1946 / XXVII. Los Núcleos Escolares Campesinos:  1947 / XXVIII. Una Escuela por Niveles de Madurez en el Perú:  1947-1956.

jueves, 26 de diciembre de 2013

Emilio Vásquez Chamorro

Emilio Vásquez (4 de abril 1903 - 27 de noviembre 1986), destacado maestro, poeta y ensayista perteneciente al Grupo Orkopata, fue padrino intelectual y gran amigo de José Portugal Catacora a quien animó a publicar su primer libro "Niños del Kollao" (1937). Aquí presentamos la biografía incluida en "Maestros Puneños del Siglo XX", añadiendo notas y fotos".  

Emilio Vásquez visitó Ayaviri, capital de la provincia de Melgar, en 1935 y entonces nos identificamos como miembros de una cordial familiaridad que nos unión hasta que falleció.

Nació en el pueblo aymara de Acora, en 1903. Fueron sus padres Tomás Vásquez y Juana Chamorro. Muy niño quedó huérfano y creció con sus hermanos sólo a expensas de su madre quién tuvo que afrontar al mismo tiempo el de­samparo de la viudez y la responsabilidad de educar a sus hijos.

Emilio, el segundo de los cuatro, tuvo que afrontar las vicisitudes de la vida desde muy temprana edad y ello fue para él un reto que lo hizo hombre muy pronto.
Estudio primaria en el Centro Escolar N°881 y secundaria en el Colegio Nacional San Carlos de Puno. Luego sirvió en el Ejercito, en el Batallón N° 3. Hizo sus estudios profesionales primero en la escuela Normal Elemental Anexa al Colegio Nacional San Carlos de Puno. Luego en la Escuela Normal de Lima.

Buscando la superación profesional, curso estudios de especialización, en el Instituto Psicopedagógico de Lima. Hizo profesorado de educación Secundaria en la Universidad Nacional de San Marcos y fue doctorado en Educación en la misma universidad en 1951.

Inició sus servicios profesionales en la escuela de primer grado de Ilave, en 1928. Fue director de la Escuela Ambulante de Pilcuyo y Cachipucara de Ilave, en 1929, y luego fue auxiliar de sección primaria del Colegio Nacional San Carlos en 1931 [1].

Fue profesor del Centro Escolar de Juli, provincia de Chucuito en 1932, Inspector disciplinario y profesor de matemáticas en la secundaria del Colegio Nacional San Carlos y profesor de metodología en la sección normal del mismo plantel, en 1934. Ejerció la dirección del Centro Escolar 883 de la ciudad de Puno. De aquí se trasladó a Lima, al profesorado del Centro Escolar 448 en 1939.

En 1940 ingresó al Ministerio de Educación, a la jefatura de la División de Escuelas Normales. En 1944 ejerció el profesorado de didáctica en el Instituto Pedagógico Nacional. En 1951 desempeñó la jefatura del Departamento de Psicopedagogía de la Gran Unidad Escolar de San Luis Gonzaga de Ica siendo profesor de letras de la misma universidad en 1955. Luego asumió la Subdirección del Instituto Nacional de Perfeccionamiento Magisterial de 1956. Y finalmente, asumió la cátedra de Ciencias de la Educación en la Universidad Nacional de Huancayo en 1968.

Emilio Vásquez tiene entre sus obras pedagógicas: "Negación de la Escuela Peruana" (1935), "Posibilidad de un Sistema Peruano de Educación" (1943), "Manual de Educación Rural" (1947), "Simón Rodríguez", maestro de Simón Bolívar" (1952), "Pedagogía" de 1963,  "Moisés Saénz" (1965), "Pedagogía General" (1966) e "Historia de la Educación" (1969).

De estas importantes obras pedagógicas cabe resaltar que "Negación de la Escuela Peruana", su libro primigenio, que contiene una original y valiosa concepción  [2].
 
Juan Bustamante
Ha publicado también los siguientes ensayos: "La pandilla Puneña" (1947),  "Santo Domingo de Sicaya" (1949), "Paisajes de Ica" (1958), "La Rebelión de Juan Bustamante" (1976). "Iniciación poética de Alejandro Peralta" (1976) y "El Maestro Porras Barrenechea" (1981). De estos ensayos sobresale "La Rebelión de Juan Bustamante"[3].

Vásquez fue poeta de elevados quilates, habiendo publicado los poemarios "Altipampa" (1933), "Tahuantinsuyo (1934), "Kollasuyo" (1940), "Altiplania" (1966) y "Poemario Titicaca" que publicó dos año antes de su fallecimiento [3]. Sus poemarios han merecido comentarios valiosos por eminentes peruanos y extranjeros, como Ricardo Rojas, Alfonsina Storni, Luis E. Valcárcel, Emilio Armaza, Rafael Eleodoro Valle, Luis Alberto Sánchez, Abraham Arias Larrista, José Tamayo Herrera, Manuel Suárez Miraval, Luis Enrique Tord, Estuardo Núñez y otros.

Finalmente ha dejado inéditas las siguientes obras: "Historia de los Directores del Colegio San Carlos de Puno", "El Infortunado Poeta Carlos Oquendo de Amat", "La Educación Rural en el Perú", "Seis Maestros de América", "Hombres del Perú Actual" y "Biografía del Titicaca".

Ha sido permanente colaborador de "Repertorio Americano" de Costa Rica, de "Claridad" de Buenos Aires, "América" de Washington, "Instituto Indigenista Interamericano" de México, "Revista de la Sociedad Bolivariana" de Caracas, "Revista del Museo Nacional de Historia" de Lima y "Revista de San Marcos", "Cultura Peruana" y "Folklore" y "Nueva Educación" del Perú. 

En síntesis, el doctor Vásquez ha sido maestro de la escuela rural, llegó a ser catedrático de universidad, pasando por funcionario y profesor secundario. Ha sido poeta e intelectual de eminente y fructífera labor cultural, cuya obra y pensamiento ha transpuesto los lindes de la nacionalidad.


En el entierro de Churata (1969)
Si Vásquez luce la personalidad que el consenso cultural le reconoce como maestro, poeta y escritor, se debe a su terco afán de estudiar porque el estudio pone al hombre en contacto  con los más brillantes y variados personajes de la cultura y le insufla los más elevados conceptos sobre los problemas de la cultura huma­na.
Vásquez, escritor, poeta y maestro, es pues, fruto de sus es­tudios. De estatura más baja que alta pero consistente, de rostro cetrino y frente amplia, su aspecto físico presenta la sencillez de un hombre verdaderamente seguro de sí mismo.
De esta actitud amigable, diríase afectuosa, es el hombre a quién se le puede considerar  un verdadero amigo, franco, honesto y generoso. Personalmente he experimentado en mis relaciones con él estas virtudes y a él le debo mi afición por las letras. Pues fue él quien al revisar mis primeros ensayos de cuento me intere­só por publicarlos y se publicaron con el padrinazgo de su presentación.

Para terminar esta biografía expresamos que Vásquez espera un estudio más extenso de su vida y de su obra intelectual.  

NOTAS

[1] Los primeros escritos pedagógicos de Emilio Vásquez se remontan a su artículo en Boletín Titicaca (N° XXXI, Junio de 1929) "Plan Programa de la Escuela Ambulante de Ilave", donde presenta una propuesta de escuelas ambulantes para la educación rural. Plantea allí reforzar las escuelas permanentes con estancias periódicas con equipos de maestros. El objetivo de la propuesta educativa es la superación del indígena especialmente mejorando la salubridad y capacidades productivas y cambiando algunas características negativas como el alcoholismo y el pleitismo.  Una descripción amplia de esta propuesta es presentada en "Historia de la Educación en Puno". 

[2] "Negación de la Escuela Peruana" (1935) que contiene un amplio análisis de las limitaciones de la educación en el país y en especial en las zonas rurales, mostrando un profundo conocimiento de las ideas pedagógicas modernas. En especial dedica un capítulo a la educación de las mujeres y la coeducación, un tema poco tratado en la época.

[3] Con Prólogo de Jorge Basadre, "La Rebelión de Juan Bustamente" (Editorial Juan Mejía Baca, 1976) es un detallado y documentado estudio sobre el proceso de la rebelión en Huancane en 1867 y 1868, donde además revela la personalidad del hacendado, militar y diputado  Juan Bustamante, el "Mundo Purikuj" (Trotamundos). En el 2011, retomando el estudio de este importante época y personaje de Puno se publicó "J.B. y los Límite del Liberalismo en el Altiplano" de Nils Jacobsen y  Nicanor Domínguez (SER, 2011). 

miércoles, 25 de diciembre de 2013

Idilio Pastoril: Hualaycho y Linlicha

Foto:Claude Remacle
En la cultura andina se concibe la edad del amor. Sus personajes son el hualaycho y la linlicha, como Pierrot y Colombina de la civilización occidental. Por tanto, los nuevos seres, son fruto de románticos sentimientos, de amores profundos, humanos.
Se conocieron en las faenas de la matanza de ovejas de la hacienda, en las que hombres y mujeres trabajaban gratuitamente para el patrón. Él, a pesar de sus dieciocho años, era un joven apuesto y fornido; calzaba zapatos de suela gruesa con qarabotas hasta las ingles y llevaba el poncho terciado sobe el hombro, chal de alpaca y sombrero "a la pedrada". Ella era, con sus floridos quince carnavales, toda una mujer de pantorrillas bien torneadas, senos turgentes y ojos de venado; con su pollera verde, su rebozo amarillo y su sombrero de falda corta y volteada de copa redonda, inclinada sobre una de las sienes, lucía ladina, donairosa. Y los dos eran un auténtico hualaycho y una bellísima linlicha.

Un día pastaba el hato de ovejas en un pajonal de dorada chilligua, en la qamaña, cerco semicircular levantado sobre un monículo de la pampa tapizada de tupida grama y trébol, fragantes. Hilaba fina lana de alpaca para tejerse en phullo, manta pequeña con que se cubren las mujeres la espalda en el campo.

El sol iluminaba la puna desde el dombo azul del cielo y todas las cosas irradiaban majestad y silencio como en una gran escenario de teatro, exornado de agrestes bambalinas, los próximos picachos, con el telón de fondo cubierto de añejos nevados en el horizonte que se esfumaba en la lejanía.

De repente hizo su aparición sobre la próxima lomada, cubierta de ttolares verdinegros, uno de los personajes del idilio pastoril, montano sobre su caballo chojchi o farruto. Se empinó sobre la loma como un monumento ecuestre y pulsó su quirquincho, engarzado con cuerdas de tripas de carnero que tiene la magia de subyugar corazones, porque la sirena de un puquial transparente de aguas frescas, al "sirenarlo" o templarlo le transmitió ese enigmático poder, una medianoche de luna nueva,

Al oir las notas románticas del charango que parecían  llorar y cantar al mismo tiempo, ella sintió que el corazón le daba vuelcos.

Después del preludio musical, el hualaycho extrajo del bolsillo de su chamarra un pequeño espejo, otro talismán conquistador de linlichas que siempre llevan los jóvenes y dirigió sus reflejos hacia donde se encontraba la suya. Ella no tardó en responder con el centelleo de otro espejo similar, compañero inseparable de las quinceañeras. Y la pareja resulto flechada.

Acto seguido él se dirigió a donde estaba ella, a galope tendido y pronto estuvo cerca. Desmontó a corta distancia y le arrojó una piedra, suavemente como quien no quiere hacerle daño. Ella se hizo la disimulada, pero al recibir la segunda pedrada le respondió con otra, arrojándola con gracia y coquetería. Ella se aproximó más y le habló con ternura, en su lengua materna, el aymara, mientras ella se incorporaba lentamente.

"Si me das el sí te voy a criar en la palma de mis manos. En la fiesta de la candelaria te comprare lindas polleras y bellos rebozos. Construiremos nuestras  choza sobre las nubes".

Mientras el mozo hablaba, ella trazaba con el dedo grueso del pie derecho, un semicirculo en el suelo terroso, silenciosamente; era la señal de que el hualaycho había entrado en el corazón de linlicha. Y un idilio de entrañable ternura nacía en ese instante, en aquel inmenso escenario solitario y silente, donde los hombres blancos creen que los "indios" viven como bestias.

Cuento en "Niños del Altiplano" (1979) de José Portugal Catacora

Chilligua: paja
Chojjchi: caballo farruto
Hualaycho: jóven bohemio 
Linlicha: joven graciosa
Phullu: manta para cubrir la espalda de la mujer
Qamaña: cerco semicircular donde se ubican los pastores
Tholar:  yerba leñosa y resinosa
Quirquincho: charango con cuerpo de armadillo

miércoles, 18 de diciembre de 2013

Escuela Regional de Bellas Artes de Puno

Fuente Pintura: Prospecto 2012 ESFA

(De "Historia de la Educación en Puno", extraemos parte del capítulo dedicado a la Escuela Regional de Bellas Artes de Puno, fundada por iniciativa del Instituto Americano de Arte de Puno, y que hoy lleva el nombre de ESCUELA SUPERIOR DE FORMACIÓN ARTISTICA DE PUNO).

Desde 1942 o sea desde el año siguiente de su fundación, el Instituto Americano de Arte, inició la tarea de difundir el arte puneño. Primero se realizaron paseos campestres de los socios a lugares pintorescos como Ojjerani, Chucuito, Malcomaya, etc., para que los pintores captaran en apuntes los paisajes. Había que ver en estos paseos la camaradería, que vinculaba a los artistas los pintores como Landaeta, Rubina, Sosa, Montoya.

Fuente: Casa del Correguidor
Los anales noticiosos del Instituto  cuentan que don Francisco Montoya  Riquelme, ese pintor que debiera figurar entre los pioneros de la vida artística peruana y con justicia ser reconocidos sus merecimientos de hombre honesto, sencillo y entusiasta, llegó a presidir el Instituto Americano de Arte, presentando un pedido para que el Instituto solicitara la creación  de una Escuela oficial de Arte en Puno.

El senador don Carlos Barreda, se hizo el portavoz de aquel  pedido y se logró que en 1944, se consiguiera una partida pequeñísima  de 4 mil soles, para iniciar oficialmente la labor del Instituto en la promoción de artistas.

Al mismo tiempo, don Manuel Vegas Castillo a la sazón Director de Educación Artística del Ministerio de Educación, encargado de dar cauce formal y legal a lo solicitado, exigió que se presentara a su Despacho un plan de educación. El Instituto designó para elaborar dicho plan a los miembros: José Solórzano Enrique Cuentas, Castor  Vera  y Francisco Montoya, cuyo plan fue devuelto por la Dirección de Educación Cultural por encontrarlo incompleto.

Entonces entramos  en el escenario de las gestiones. Recibimos el encargo del Instituto de terminar las gestiones en Lima con el apoyo del senador Barreda. Nuestra primera labor consistió  en elaborar una nueva planificación consistente en los siguientes documentos: Plan pedagógico o de organización y funcionamiento, Plan económico  o presupuesto administrativo y Plan de personal  que debía ser nombrado. El plan que preparamos fue aceptado íntegramente por la Dirección  de Educación Artística.

Partimos del principio general que las bellas artes no se limitan a las artes plásticas, que ellas incluyen una serie de manifestaciones como la pintura , la música, el teatro, la escultura, la arquitectura , la literatura, etc.

Todo este cúmulo de experiencias artísticas  determinó que en la organización pedagógica del Instituto, consignaremos tres secciones: la pintura, la música y el teatro.
 
Fundación de la Escuela

La Escuela Regional de Bellas Artes de Puno con la organización  descrita, se inauguró el 5 de Abril de 1955, bajo la dirección  del que escribe estas remembranzas, porque según la disposición  de la dirección artística y  debido a su exiguo  presupuesto, la dirección debía ser ejercida por el Presidente del Instituto Americano  de Arte durante el primer año; pero como no se encontraba personalmente en condiciones el Presidente, las labores preliminares y la iniciación de  la Escuela se realizo bajo la dirección del Vice-Presidente que a la razón esta a nuestro cargo.

 El profesorado oficialmente nombrado fue el siguiente:
 
Balsero del Titicaca
Francisco Montoya Riquelme
Director ad honoren, Enrique Cuentas Ormachea
Sub  director ad honoren, José Portugal Catacora
Jefe de la sección de artes plásticas, Carlos Rubina Burgos.
Jefe de la sección de arte musical, José Solórzano Castilla
Jefe de la sección de arte escénico Mario Franco Hinojosa
Profesores
        De música, Castor Vera Solano
        De arte plástica, Francisco Montoya Riquelme
        De arte escénico, Oswaldo Núñez y Guillermo Zumarán
Tesorero secretario, Martín Portugal Catacora
Portero: Don Juñian

Todos los participantes del cuerpo docente  eran artistas de reconocido prestigio y algunos con experiencia docente. Cabe destacar  las siguientes personas: Carlos Rubina Burgos artista múltiple y profesor del Colegio San Carlos, José Solórzano, pianista de extraordinaria habilidad, Mario Franco Hinojosa, folklorista y luchador social reconocido.

La Escuela de Bellas Artes se instaló en la planta alta de la Casa del Maestro. Esta casa pertenece al Ministerio y durante el primer periodo ministerial del General Mendoza, se le entrego a la Asociación Provincial de Maestros de Puno para su uso, mientras subsistiera la Asociación. Esta institución solo utilizaba la planta baja para su funcionamiento; lo cual permitió que las gestiones del Instituto Americano de arte surtieran afectos favorables para ocupar dicha segunda planta, la cual tenía el mismo plano que la primera planta. Constaba de dos salas dispuestas en ángulo recto sobre la esquina noroeste del Parque Pino cuya ubicación hacia ideal para la afluencia de los alumnos.
 
Su funcionamiento
 
Una vez inaugurada la Escuela de Bellas Artes empezó  a funcionar con un horario especial  vespertino. No se pudo trabajar durante las horas del día porque profesores y alumnos tenían otra ocupación, pues los profesores pertenecían al personal docente de otros planteles y el alumnado también  lo era de distintos planteles, muchos alumnos trabajaban como empleados en actividades  estatales y particulares.
Se trabaja de lunes a sábado todas las tardes, durante  4 horas diarias y aún más, pues se advertía un gran entusiasmo en alumnos y profesores. Cuantitativamente se matricularon 36 alumnos en el programa  de arte musical, 21 alumnos en artes plásticas y 7 en arte escénico.
Actual Local de la ESFA
Un síntoma del entusiasmo a que nos referimos se percibió en el  hecho poco acostumbrado de que muchas instituciones sostuvieron  como becarios a diversos alumnos, como el Consejo Provincial, el Club de Leones, el Rotary Club y el mismo Instituto Americano de Arte. Y no solamente instituciones sino  también el director, el sub director y algunos profesores.
Analizando nuestra observación sobre la calidad de alumnado encontramos que en la escuela no se matricularon niños ni siquiera adolescentes. La totalidad estaba conformada ´por personas jóvenes y adultas iniciadas que se matricularon con el consciente propósito de dar cauce  a la vocación innata que sentían bullir en la dinámica de su personalidad, unos y otros, de perfeccionar algo que habían comenzado a practicar instintivamente.
 

 
 
 

domingo, 8 de diciembre de 2013

Emilio Vasquez - Poesía Indigenista V

 
Foto
 
ALTIPAMPA
 
Incendia la mañana con sus fuegos las montañas
A las orillas y las rocas el lago amatista
De las nieves de la luna quedaron las lágrimas
                        Lloran con los atajos
                        las aynokas ofertorias
El pescador de manos de escarchas
dejó en las totoras
sus músculos de virtudes incandescentes
Doscientos umantos en la inquiña compañera
en sus lap laps ofrendan sus sulfuros

Por la soga abandonada del camino
mozas de terracota cernidas al viento
cantan con las golondrinas wiphalas sombreadas

Las cabañas lavadas con almíbares de sol
saludan al pastaje con sus humos cocineros
LA PAMPA SE RESTREGA SUS OJOS DE ORO
Despiertan a las vertientes las sombras del ayllu
Las esquilas del mundo
repican sus alegrerías con un cielo de zampoñas.

(De "Altipampa" 1933)

miércoles, 4 de diciembre de 2013