lunes, 23 de septiembre de 2013

Orkopata Universidad Libre

Orkopata (Alejandro y Arturo Peralta sentados)
"Arturo Peralta patrocinó y dirigió el Grupo Orkopata, que ha sido para los puneños de su generación una verdadera universidad libre de las Letras" José Portugal Catacora, 1955 [1].  

"Todos estos hombres (los Orkopata) tenían una sola obsesión: no interpretar al indio, sino expresarlo. Eso quiere decir que nosotros hicimos una literatura porque vivíamos el complejo indigenista de nuestro pueblo.

Al lado de los poetas que hemos nombrado, vivían generaciones de indios que yo, al retornar al país después de tres décadas de ausencia, he encontrado convertidos en periodistas, en industriales, en hombres de gran personalidad. No han tenido otra escuela que la escuela de Orkopata, que es el ayllu donde surgió este movimiento. De él dijo el profesor José Portugal, a quien ustedes seguramente conocen, en su libro famoso de antología de relatos: “Orkopata no fue únicamente el ayllu de Gamaliel Churata, Orkopata fue la universidad de una generación". Allí, en Orkopata, vivíamos, pensábamos y escribíamos con los indios y en indio. De ahí el indigenismo que nosotros propugnábamos no ha sido comprendido.” Gamaliel Churata, 1966 [2].
 José Portugal Catacora afirmaba a mediados de los cincuenta que el Grupo Orkopata fue propiamente una universidad libre, opinión con la que coincidió el mismo Gamaliel Churata en la conferencia que dictó en la universidad Villarreal en 1966. Unos años después, fallecido Churata, José Portugal Catacora desarrolló esta tesis en uno de los capítulos de su libro "Historia de la Educación en Puno", publicado recientemente por la Universidad Nacional del Altiplano [3]. 
A continuación extractos de dicho texto:
Parecerá un arresto de ingenuidad otorgarle al grupo Orkopata jerarquía universitaria, pero si alguien se interesa y logra profundizar en la labor que realizó esta agrupación y el significado que tiene y tuvo, nos dará la razón.

La finalidad clásica de la universidad ha sido descubrir el saber, incrementarlo, guardarlo  y divulgarlo. En  principio se refiere al saber  universal, pero desde que éste  se ha multiplicado con vastedad, han surgido las especialidades, de modo que las universidades han dedicado sus esfuerzos ya no al saber universal, sino al saber específico.
Otra de las características de la evolución de las universidades es que han pasado a ser centros de formación profesional, es decir, se han convertido, como alguien lo ha dicho panfletariamente en fábrica de profesionales, quedando el fin de estudiar el saber, reducido a un segundo plano.
Orkopata tuvo las siguientes características:
Conservó lo  clásico de su finalidad, estudió el saber, lo incrementó y lo difundió, lo único que no pudo realizar fue aquello de guardar y conservar el saber.
Entre los problemas de su currículo de estudio consideró los problemas o partió de los problemas universales, ninguna cuestión fue excluida o ignorada por el grupo, pero le dedicó un esfuerzo específico al estudio del problema indígena y los problemas sociales del caso peruano y americano, es decir especializándose como lo han  hecho las universidades en los últimos tiempos.
Es verdad  que careció de membrete legal de su existencia; tampoco otorgó títulos universitarios, pero entregó a una generación de hombres el más auténtico título que el hombre puede llevar consigo, el de identificarse con los problemas de su tiempo y estudiarlos para resolverlos con austeridad y  dignidad de la más alta jerarquía cultural.

Una labor de la amplitud como la desplegada por Orkopata es difícil de esquematizar dentro de contornos estereotipados. En Orkopata como hemos advertido se estudiaba con un sentido universalista, las más variadas cuestiones de la cultura, como teosofía, teología, arte, filosofía, sociología y política, todo con sentido socialista; de modo que Orkopata diríamos que fue como un laboratorio de estudios de los problemas humanos desde el punto de vista marxista.
Arturo Peralta - El Pez de Oro
Tales estudios enfocados sobre los americanos y peruanos necesariamente tenían que desembocar en el problema por excelencia de la cultura americana, la identificación, análisis y planteamiento de lo indígena desde el punto de vista ideológico. De esta manera en Orkopata nació, se desarrollo y alcanzó forma de interpretación sociológica y socialista, el problema indígena.

No nos equivocaríamos  si afirmamos que de los laboratorios de Orkopata salieron los nuevos planteamientos acerca del problema indígena. Y es en Orkopata donde el indigenismo lírico de plataforma de los politiqueros, se transformo en una corriente social de bases culturales, científicas y filosóficas.
Este planteamiento no se quedó simplemente elaborado, trascendió al Perú y a América y a su impulso tomaron una nueva actitud los políticos, escritores, periodistas, artistas plásticos y de música. Se produjo, pues un movimiento social que se extendió a través del Boletín Titicaca.
Los hombres que pasaron por Orkopata
Este movimiento  social, se personifica en Puno en los hombres que lactaron directamente de las obras del Orkopata y de su conductor Gamaliel Churata,
Aunque pequemos de arbitrarios, ya que siempre se corre este riesgo cuando se trata de designar honores y mucho más cuando se trata de un grupo que no tuvo las formalidades de contar con listas y ficheros, vamos a mencionar algunos nombres  entre los cuales destacan: Alejandro Peralta, Aurelio Martínez, Mateo Jaika, Inocencio Mamani, Eustaquio Aweranqa, en el primer plano.
En un segundo plano situamos  a otro grupo de nombres que habiendo recibido solo influencia incidental, lograron apreciable desarrollo de su personalidad. Entre ellos destacan: Genaro Escobar, maestro, Joaquín Chávez, pintor, Alejandro Arce Escobar, poeta, Benjamín Camacho y Luis N. Chevarría, ambos poetas y estudiosos, siendo el primero de fuerte contextura socialista y el segundo más lírico que conceptual. Y entre las mujeres Victoria Saavedra o Catayla Catari.
Proyección de Orkopata
Orkopata logró la proyección y solidez de una verda­dera escuela de idealismo creador. Desde Puno, se identifico con el movimiento indigenista de Cuzco y  Bolivia y desde los tres puntos iluminó  toda la América, infundiendo una nueva actitud a las generaciones, una actitud con visión de lo nuestro, eso que hoy  llamamos Perú profundo.
Pero sus destellos iluminaron con diáfana claridad el ámbito provinciano del Altiplano, pues en todas las provincias del departamento de Puno se gestaron movimientos simila­res al de Orkopata.
José Portugal Catacora y maestros y niños puneños 
En Puno mismo se gestó el Grupo Kolla formado por alumnos del Colegio San Carlos, que llegó a editar una revista. En Ayaviri se organizó el Centro Cultural Melgar y se editó el Educador Andino, siendo el autor uno de sus miembros.  Fuimos: Alfredo Macedo Arguedas escritor; Julio Céspedes, Ingeniero; José Yaqueto, educador; Mercedes Bueno, poetiza; Natividad Tapia, educadora; y otros más.
En las provincias de Puno, como  Chucuito con Daniel Velasco y Daniel Arteta; en Lampa con los Puntaca; en Azángaro con Lizandro Luna; en Huancané  con Vicente Mendoza; y Carabaya y aún en Sandia, con Mercado, hubieron inquietudes intensas que llevaron a la publicación de sendas revistas, muchas  de las cuales murieron al nacer.
Mientras más pasa el tiempo las nuevas generaciones vuelven  sus sentidos a Orkopata y sobre todo a su creador Gamaliel Churata. Algún día se le otorgará a Orkopata la jerarquía de universidad que le concedemos nosotros y a su rector, que ya está siendo estudiado, se le ubicará entre los más grandes maestros de la juventud puneña, peruana y americana.

Ver también en este blog: GAMALIEL CHURATA 

Notas
[1] En la introducción a "El Gamonal" de Arturo Peralta, en "El Cuento Puneño", José Portugal Catacora. pp. 99. Puno,1955.
[2] Conferencia de Churata (1966), en "Motivaciones del escritor: Arguedas, Alegría, Izquierdo Ríos, Churata". Godofredo Morote Gamboa. pp. 65. Universidad Federico Villarreal. Lima, 1989.
[3] "Historia de la Educación en Puno". Universidad Nacional del Altiplano. Puno 2013. 

domingo, 15 de septiembre de 2013

Alejandro Peralta Poesía Indigenista (II)

Foto: James Posso Sánchez
Chozas de medio día

El sol picapedrero rompe las moles fantasmas
La tierra ha dado a luz veinte tablones de papales.
A todo viento el lago embarca y desembarca cargamentos de olas

¡A la faena!

Los vientos bajan a saltos de los cerros
bajan como tropeles de vicuñas
En las canteras del cielo hay un fragor de mármoles de Paros
Las chozas - frescos murales de la montaña
abren sus ojos incendiados.

       Fuertes indios pescadores
       fornidas pantorrillas de peñones
       entran a saca en el horizonte
       a golpes de picos marineros

Serpientes extorsionistas de humo
chicotean el aire constipado de moscardones

EL CAMINO TAJEADO DE VIAJEROS
SE HA DESANGRADO EN LA PRIMERA CUESTA

(Del libro ANDE - 1926)

Puede leerse otros poemas de Alejandro Peralta aquí:

Alejandro Peralta Miranda

Alejandro Peralta, dibujo de Raúl Echave
"Siga usted por su vía. Puede estar seguro de que sus poemas quedarán, Son ellos de los versos que andan y viven. Los demás están en los estantes y eso nos tiene sin cuidado". César Vallejo (1926).

En 1926, con el texto de "Ande" en la mano y la mirada sobre París, Cesar Vallejo, solidario, le escribe a Alejandro Peralta Miranda (Puno, 26 de abril de 1899 - Lima 29 de Junio de 1973) una encomiosa carta sobre su primer libro, augurándole la brillante trayectoria que  alcanzaría como uno de los fundadores de la poesía indigenista peruana [1].

Nacido en Puno y parte de la numerosa familia de los esposos Demetrio Peralta Díaz, de oficio talabartero, y María Miranda Córdova, Alejandro es el hermano menor de Arturo ("Gamaliel Churata", Arequipa 1897 - Lima 1969) y hermano de Demetrio ("Diego Kunurana", Puno 1910- Lima 1971) y sus cuatro hermanas [2].

Alejandro y Arturo estudian juntos en la Escuela Primaria N° 881 regentada por José Antonio Encinas quién reconoció sus dotes poéticas. Se matriculó para seguir la secundaria en el Glorioso Colegio San Carlos de Puno, pero abandonó los estudios, como lo había hecho antes su hermano Arturo, dedicándose a trabajar con su padre.

Sobre su infancia en la Escuela de Encinas, escribió:

"En la lengua de los cholitos del Centro Escolar
somos los compañeros mayores que allá por 1907 y 1911
vivimos intensas zonas de futuro y la más pura alegría proletaria
y es que se llamaba José Antonio Encinas el maestro
....
Nuestra infancia cabeza pelada y frente saltona
la llevaban encendida en médula india
esos muchachos que para la gente de la ciudad
han convertido el centro escolar en escuela de la cholada
Orkopata les da su única calle que es el rio de la lluvia
por ella transitan de mano de los jilgueros" [3]

Alejandro y Arturo emprenderían juntos sucesivas aventuras literarias, compartiendo el mismo ideario. En 1915 fundan el grupo "Bohemia Andina" y Alejandro publica sus primeros versos en "La Voz del Obrero"; en 1917 ambos participan en la revista "La Tea" dirigida por Arturo.

Por esos años Alejandro ingresa a trabajar en la Caja de Depósitos y Consignaciones, viajando por el  Collao y el Cusco, empleo que lo llevó a Iquitos y luego a residir en Lima, donde se jubiló [4].

En 1919, en su primer viaje a Lima conoce a César Vallejo, con quien empieza a intercambiar correspondencia y de quien recibe unos años más tarde Trilce (1922) y  Escalas Melografiadas (1923).  En ese viaje, el diario "El Comercio" publica un poema suyo dedicado a Abraham Valdelomar fallecido ese año y a quien había conocido cuando llegó a Puno en 1910 inspirando a la juventud de entonces [5]. 

En 1925, los hermanos Peralta fundan el "Grupo Orkopata" que al año siguiente publica el primer número del "Boletín Titikaka" (1926-1930) a través del cual el grupo buscaba difundir "Ande"(1926), el primer libro de Alejandro Peralta, escrito con estilo vanguardista. El primer poema del libro, "La pastora florida", dice:

"Sus ojos golondrinas
se van a brincos sobre las quinuas

Un cielo de petróleo echa a volar globos de humo

Picoteando el aire caramelo
evoluciona una escuadrilla
de aviones orfeonidas

Hacia las basílicas rojas
sube el sol a rezar el novenario
sale el lago a mirar las sementeras
el croar de las ranas se punza en las espigas" [6]

Alejandro (izquierda) y Arturo Peralta (derecha)
 en Orkopata
La publicación de "Ande" es saludada por intelectuales como José Carlos Mariátegui, José Santos Chocano, Luis Alberto Sánchez y José María Eguren.

Dice el director de "Amauta", donde fueron frecuentes las colaboraciones de Alejandro y Arturo Peralta, sobre "Ande": "Su libro es la más afinada e inspirada creación de poesía andina. Es U. el poeta más moderno, "occidental" de los andes primitivos, hieráticos, y por ende un poco oriental. Nos ha dado U. , al mismo tiempo que una magnífica y acrisolada obra de arte, un fehaciente testimonio de un Perú Nuevo". [7].

En 1930, Alejandro Peralta se encontraba ya casado con Elsa Castro de Mendoza, originaria del Cusco, quien lo acompañó hasta su fallecimiento. Su hermana Aída Castro, fue esposa de Churata, luego del fallecimiento de Brunilda, su primera esposa (1929) [8]. 

En Orkopata participan además de los hermanos Peralta, Emilio Vásquez, Mateo Jaika, Aweranqa, Dante Nava, Inocencio Mamani, entre otros.

En 1932, tras una importante experiencia literaria e ideológica, el grupo  se ve obligado a disolverse cuando, bajo la dictadura de Sánchez Cerro, Gamaliel Churata tiene que escapar a Bolivia.
Luego, cada uno de los miembros de Orkopata  continuarían sus brillantes trayectorias personales. Sobre el grupo Orkopata, Alejandro Peralta escribió el siguiente poema:
"Aquí no es sólo la función gástrica
es el hambre y la fiebre
el pobre y el explotado creen en su brazo
saben que es Ayllu rehecho en el replante

Los Orkopatas 
tienen el parentesco
del hueso triturado
en la injusticia.
..........
A Orkopata 
llegó el Gobierno armado hasta los dientes
Y PORQUE ASÍ
DEBE SER
a culatazos
refrendó su categoría de chujlla
Desde entones los Orkopatas nos queremos hasta la médula" [9]

En 1934 Alejandro Peralta publica "Kollao", quizás su libro más militante. Allí esta "El indio Pako".

Alejandro Peralta

"La prisión le ha comido la carne al indio pako
sólo le queda el pómulo filudo

En el regazo de un cerro va a pasar la noche

Allí le toco hacer frente a las balas
cada peñasco era una maquina de fuego
.....
Siente la noche a bocanadas
sabe que en el galpón no queda nadie
PERO
AQUI
ESTA
EL
INDIO
PAKO
Y SU NOMBRE ES ALCOHOL
PARA LA INDIADA"  [10]

Luego,  por más de 30 años, Peralta no publica otro libro hasta "Poesía de entretiempo" (1968), con un texto más intimista, pero no menos comprometido. Con este libro gana el Premio Nacional de Fomento a la Cultura de 1970. En el homenaje que le brindaron en esa ocasión el "Instituto Puneño de Cultura", el "Instituto José Antonio Encinas", el Departamental de Puno  y "Brisas del Titikaka", Peralta dijo en su discurso de agradecimiento: "Cabe decir que yo no he arado en el mar. Que hoy que ha resucitado Tupac Amaru, mi poesía en la que esta de cuerpo entero el hermano indio, va a echarse a andar como quiere el inmortal poeta de Santiago de Chuco".

En el poema "Mitmak", de "Poesía de entretiempo", dice:

"Un día de nieve
me echaron
los brazos y pies
atados

Pero me lleve mi monte
y mi lago
para continuar
guerreando

Bandera de fuego
agitaba
dolorido  viento

Sol pleno
bandera de fuego
del alba" [11]

Más tarde saldría "Tierra-Aire" (1971), en el cual retoma el énfasis en los temas sociales en una época marcada por los cambios políticos en el Perú y el mundo. Finalmente, luego de su fallecimiento en un accidente de tránsito, el Instituto Puneño de Cultura publica su libro póstumo "Al filo del transito" (1974) [12].

En sus últimos años, tras la muerte de su hermano Arturo (1969) y cansado de la indiferencia ante la obra de éste, trabaja incansablemente por difundir su notable producción. Así, con el Instituto Puneño de Cultura, formado en Lima por intelectuales del altiplano, y aportando él mismo económicamente,  logra la publicación de la "Antología" de Gamaliel Churata.

En uno de los últimos versos que escribió, dice:
"Para José Portugal Catacora, bastión de la
escuela nueva peruana, autor de valiosa
 literatura altiplánica" Alejandro Peralta.


"Ya me voy a lomo del canto
el látigo del sol en mis manos

Padre nuestro que estas en el aire
gracias por haberme pedido que cante" [32]


De la obra de Alejandro Peralta, José Portugal Catacora, amigo suyo [14], ha dicho:

"Peralta pertenece a esa brillante generación de trabajadores del pensamiento que, en Puno, retuvieron por un momento el cetro cultural del Perú desde el "Grupo Orkopata" y el "Boletín Titikaka". Y es, indiscutiblemente, el más alto exponente de la poesía puneña. Sus libros "Ande" y "Kollao" lo sitúan al lado de Vallejo, como cantor del dolor serrano con nueva mentalidad"[15].

(Otros poetas indigenistas puneños y sus poemas: Poesía Indigenistas)

NOTAS

[1] "Querido y gran poeta. Le envío un entrañable abrazo por su magnífico libro Ande. Me doy cuenta que se trata de un artista mayor, de vasta envergadura creadora. Su libro me ha emocionado de la emoción de la tierra. Mil gracias por este presente. Siga usted por su vía. Puede estar seguro de que sus poemas quedarán. Son ellos de los versos que andan y viven. Lo demás está en los estantes y eso nos tiene sin cuidado. Suyo con toda admiración." (Carta de César Vallejo a Alejandro Peralta, 1926).

[2] Son en total siete hermanos: Arturo, Alejandro, Maximiana, Domitila, Carmela, Adriana y Demetrio.

[3] "Orkopata". En "Kollao" 1934.

[4] Su paso por la selva, donde llegó a fines de los años treinta como empleado de la Caja de Depósitos y Consignaciones, dejó poca pero significativa huella en su poesía, como los poemas "Pablo Parinari", "Tu y la Selva" y "Elegía a un pajarito" recogidos en "Poesía de Entretiempo" y como "La familia de pescadores y shiringueros" publicado en la Revista Folklore N° 22 de 1949. Ver las referencias de Francisco Izquierdo Ríos sobre su encuentro con Peralta en 1942 en Iquitos y su larga amistad, consignadas en su libro "Cinco poetas y un novelista" (1987). Allí, el poeta le confiesa su admiración por Walt Whitman, por Neruda y su aprecio por Arguedas.

[5] Referencias de Francisco Izquierdo Ríos en su libro "Cinco poetas y un novelista" (1987).

[6] "La Pastora Florida", en "Ande", 1926.

[7] En "Boletín Titicaca" N° 3.

[8] Sergio Caller mencionado en su libro "Rostros y rastros. Un caminante cusqueño en el siglo XX" (2006) que Aída conoce a Gamaliel Churata, cuando ella, motivada por su trabajo político con los comunistas del Cusco, viaja a Puno y se aloja en casa de su hermana Elsa, allá por el año de 1930, conociendo y casándose con Arturo Peralta. Aída realizó entonces un importante trabajo político con las mujeres puneñas del campo, el cual dejó al distanciarse Alejandro y Arturo Peralta del partido comunista. 

[9] "Orkopata". En "Kollao" 1934.

[10] "El Indio Pako", en "Kollao", 1934.

[11] "Mitmak", En Poesía de Entretiempo", 1968.

[12] Además de los poemas inéditos reunidos en "Al Filo del Tránsito" (1974), algunos de sus primeros poemas y otros más recientes no publicados, son recogidos en "La iniciación poética de Alejandro Peralta" (1976) de Emilio Vásquez.

[13] "Letanía" en "Al Filo del Tránsito". 1974

[14] El poema "Cienaga" de "Aire Tierra", página 31, esta dedicado a José Portugal Catacora. Dice en su última estrofa:
Poeta se incendia el mundo
Como don Segundo Sombra "hacete duro"
Vietnam esta sangrando.

[15] En "El Cuento Puneño". Puno, 1955. Allí se publica el cuento de Alejandro Peralta "¿...?".

sábado, 7 de septiembre de 2013

Titikaka Poesía Indigenista (I)

Alberto Cuentas Zavala, en Chacamarca Puno. Foto Manuel Jesús Glave

Padre Mío, Titi kaka

Todas las flores del campo se han bañado en tus pupilas, Titikaka.
Con ellas haremos en la orilla nidales de pueblos.

Se están bañando, míralas.
Sacuden sus corolas llenas de perlas, Titikaka.
Envidiosas las estrellas del cielo se han descolgado
Dilatadas, picoteándolas sobre la arena de las playas

Hasta el sol ha vertido el abalorio de sus sueños
y cogiendo una punta de tu mano parece un alfiler
de plata con su libra esterlina.

Y tu estas como adormecido. ¡Oh mi Dios Lar!

¡Padre mío, Titi kaka!
Vientre de ayllus, adoratorio, ara donde está Dios.
Mama Ocllo y Manko Capac, tantos ídolos de la mitología solar
caminaron sobre las espumas de tu oleaje.
Sembrando virtudes, castigando el mal. 

(Fragmento)

Alberto Cuentas Zavala

Alberto Cuentas Zavala

"Rebeldía, no significa trastornar, continuamente, el orden social. Rebeldía, es mantener la dignidad moral cuando quieren sumir al pueblo en la abyección y el servilismo, es honrar con valor, las cenizas de nuestros muertos tutelares, cuando esas cenizas nos enseñaron a levantar el honor del terruño...¿Para qué me ha servido la "Monografía de Chucuito"?, escribiéndola, de claro en claro, entre el polvo de las bibliotecas, y muchas veces de hambre, he perdido hasta la vista. ¿Cuál es el reconocimiento y la gratitud? Portugal lo sabe".José Alberto Cuentas Zavala [1] .
Alberto Cuentas Zavala, 1928. Foto de Manuel Jesus Glave (Asociacion Vargas Hermanos)
Cuando en 1967, José María Arguedas llegó a Puno para ser jurado del Concurso folklórico de la Virgen de la Candelaria, encontró en el jurado a Alberto Cuentas Zavala [2], que por entonces tenia 72 años y toda una vida de poeta, político e historiador.

Cuentas Zavala nació en Ilave (26 de julio de 1895  - 29 de marzo 1977),  fue hijo de la dama juleña Sabina Zavala Montero y de Mariano Vicente Cuentas Lazo. Vivió la mayor parte de su vida en Juli. 

Estudio en el colegio Somocurcio de Arequipa, en la Escuela de Ilave y en el Glorioso Colegio San Carlos de Puno. Sus estudios universitarios los hizo en la Facultad de Ciencias de San Agustin de Arequipa, San Fernando (medicina) y de Letras en San Marcos. En esta última fue delegado de Letras y secretario en la Federación de Estudiantes, formando parte del Comite por la Reforma Universitaria en San Marcos.

Más tarde se desempeñó como alcalde de Ilave y Diputado regional por Chucuito. Con Raúl Alejandro Gómez funda en Puno "El Rebelde" en 1916 por lo que deportan a Bolivia. Dirige el "Eco" de Puno. En Ilave y Juli propició la formación de entidades culturales y colaboró en publicaciones y de recitales poéticos en puno, Cuzco, Arequipa, Lima, La Paz.


En 1926, Cuentas Zavala le escribió a José Carlos Mariategui, solicitandole un prologo para su libro de poemas [3]. En dicha misiva le dice
"Yo soy puneño. Y algo de su liberalidad y de su ambiente me acom pa ña a través de tantas luchas y decepciones. Sufrí el peso de la burocracia universitaria de San Marcos. Combatí sus errores, sus pa sio nes y su arcaísmo y espíritu antañón. Y los neófitos, me atacaron diciendo que cons pi ra ba contra la autonomía Universitaria, como si au to no mía significase reservar po dre dum bres anquilosadas de ese Instituto. Yo amigo, ami go de luchas y de ideales, aunque no seamos protocolarios, gusto de combatir las aguas estancadas y los arroyos putrefactos, y mu cho más cuando esas aguas y arroyos llevan barquichuelos de papel estraza".  
 Publicó numerosas obras de poesía: "Desde la cumbre" (1939), "Pututo" (1939), "Poemas del Ande" 1947,  “Ecce Homo”(1958), “Cantos Rodados” ( 1958 ), "Futuro" (1968) y “La Voz del Silencio” (1973). Entre sus narraciones, tenemos "Rumores del Titicaca" (1937), "Lo que dicen los Kellunchos" y la novela "La sombra de Anuanuni".

Dice así en uno de sus más conocidos poemas, "Canto a la Belleza Autoctona:

            "Tengo el alma azul
            Del lago Titikaka
            Y el corazón tan bueno como el beso del sol.
            Río con el charango, lloro como la quena,
            Y bailo con los kollis y bailo con las phusas,
            Cuando el viento les presta su inquietud de chiquillo,
            Su nítido pañuelo y su huayño andinista".


Vivió muchos años en Arequipa dejando este hermoso poema a la ciudad blanca, reividicando su origen incaico y aymara:
 "Ciudad Blanca, de espumas de lava y copos de nieve,
eres la "ñusta" reclinada en sus laderas mostrando al Mar y a la Sierra la voluptuosidad de tus caderas 
Hasta en el nombre "Misti" hay esa conjuncióndel aymara con el español, del indio con el conquistador. 
Eres pues, ¡Arequipa!, el eslabón de la raza 
que prepara en sus cuarteles su resurrección. 
Y por eso Arequipa, recogerás de lejos mis cenizas 
para dormir en la quietud de tus colinas, y que tus temblores me sacudan de cuando en cuando para hacerme creer que no estoy muerto sino dormido".
Escribio también este poema en recuerdo de José Carlos Mariategui:
"José Carlos, todos estamos de pie en el nidal de los Andes,
donde tú pusiste la esperanza
y donde escarbaste con tú pico de águila el corazón de los mortales. José Carlos, hacen 14 años de tu huída: de la muerte hacia la vida".
Como historiador, además de sus numerosos artículos, tenemos la importante “Monografía de Chucuito” (1928), "Mariano Vicente Cuentas" (1952), "Francisco Mostajo" (1958),  "Los Templos de Juli" (1959) y "Juli 400 años" (1968). Sus textos políticos destacan por su combatividad, "El Escudo de Manco" y "No pasarán: Alberto Cuentas Zavala  y el Apra" (1947). 

Fue distinguido por el Instituto Americano de Arte con la Kantuta de Oro, y declarado hijo predilecto por la Municipalidad de Puno.

En los siguientes enlaces pueden leerse poemas de Cuentas Zavala:

Poema de la vida futura a José Carlos Mariátegui

Notas
[1] En la apostilla a la leyenda "Llulli, el ave símbolo de la Paz", en "Puno, Tierra de Leyenda" (1952) de José Portugal Catacora.
[2] Otros puneños notables miembros de aquel jurado fueron el  doctor David Frisancho Pineda y Víctor Villar Chamorro. 

[3] Carta a Mariategui del 11 de diciembre de 1926.Archivo de correspondencia de J.C. Mariategui.
  
Fuentes:

Edna Collo. "Alberto Cuentas Zavala". En "Índice informativo de la novela hispanoamericana. Puerto Rico 2012".

José Portugal Catacora. El "El Cuento Puneño" 1951.