(A continuación tradiciones y leyendas de Acora, del libro inédito de José Portugal Catacora "La Villa de Acora" 1953)
Las tradiciones sociales constituyen la heredad espiritual del pasado que trasciende hasta nosotros con noticias i hechos i acontecimienos muchos de los cuales hacen la verdadera historia de los pueblos. El conocerlos es muy importante porque las tradiciones tienen la virtud de engendrar el orgullo nacional a base de hechos terrígenos.
El Perú es un país de ingente personalidad tradicional. Nuestro Ricardo Palma ha hecho todo un género literario de las tradiciones peruanos. I cada pueblo es un granero de tradiciones. Acora lo es también.
La Virgen de la Concepción
El hecho ocurrió en los tiempos en que se construía el templo de La Concepción. Hacia muchos años que estaba el templo en paredes i no habia forma de techarlo por falta de medios económicos. Las gentes sufrían en aquel entonces años de hambre i miseria, debido a las malas cosechas. Pero un día ocurrió un hecho inesperado. A la plaza sobre la que queda el templo, llegó un cargamento de madera, procedentede los valles de Moquegua. El portador de madera explicó, que una señora había contratado la madera, pagando por adelantado, i por todas las señas dadas, resultaba que su casa era la iglesia en galpones, que era la única construcción. La creencia simple de las gentes precisó que la virgen de La Concepción había contratado la madera para su casa.
Calle Acora en Puno
Este es un hecho tradicional que bien habla de los viejos prestigios de Acora. La calle que sale del angulo sur del parque Pino, en la ciudad de Puno, que pasa por un costado del solar que corresponde al Colegio Nacional de San Carlos i la plaza del Mercado terminando en la avenida Caballero, se denominó "Acora" desde tiempos remotos. Esta es una calle central de Puno i seguramente que su denominación fue adoptada debido a a importancia adquirida por este pueblo por aquel entonces. Pero en los últimos tiempos se ha trasladado esta denominación a una calle apartada de la ciudad.
El respeto de la tradición es una de las fuerzas espirituales que hay que cultivarlas como base del patriotismo. Lima nos da un bellísimo ejemplo en este sentido. Los jirones centrales Lima se denominan Carabaya, Lampa y Azángaro, de acuerdo a la tradición colonial de estos pueblos i en Lima no se han llevado estas denominaciones a los extramuros porque estos pueblos ya no son lo que fueron.
Las pilas de vino
Este era un hecho que se repetía cada año en los buenos tiempos de Acora, tiempos aquellos en que las gentes se distinguían por su generoso trato i no por las delicadezas de sus atenciones. Sucedía cada 15 de setiemre. El alferado de esta fiesta hacía traer de Moquegua, tal cantidad de vino que durante tres, cuatro i hasta cinco dias hacía echar centenares de odres de vino, en la caja de agua que queda en la parte alta del ueblo. I por todas las pilas corría el vino como agua i el pueblo de todas las clases sociales bebía sin medida. Nosotros hemos llegado a ver todavía un remedo de aquellos tiempos, cuando los alferados mandaban a construir pilas de hojalata i por pequeños tubos hacían correr el vino para sus invitados, aún en este siglo.
Mayco Ccapa
Vivía en Qenqo un gobernador activo llamado Mayco Ccapa, cuyos vasallos vivian del cultivo de la papa. Un día recibió la visita de los chunchos procedentes del Bení boliviano, pidiendo protección porque los perseguía la tribu de los chiriguanos. Ayar Mayco los hospedó en Chunchulaya o quebarada de los chunchos. allí vivieron por algún tiempo. Los chunchos usaban en su alimentación el ají. Pero cierta vez pelearon con los de la quebarada vecina. I temerosos de ser castigados huyeron al lugar vacio de gente, Chusamarca. Desde entonces la constumbre de usar ají como condimento quedo en el lugar i a los que lo usaban se les llamó ajjoras que significa picantes.
Mayco Capac persiguió a Ayar Uchu que era el gobernante de los chunchos los cuales habían huido hacia el norte. En el camino tuvo la ayuda de Ayar Cachi de la región de las salinas de Azángaro, i ambos los persiguieron encontrándolo en el valle de Huatanay, cuando los chunchos atacaban a los del lugar cuyo jefe era Ayar Sara i que vivían del cultivo del maíz, parece que era el tiempo de los ayar o ayiris, los jefes que llevaban palos com simbolo de gobierno. Mayco Capac i los suyos vencieron a los Ayar Uchu, i los del lugar por gratitud decidieron formar una sola tribu. Así se formó la base del Tahuaninsuyo.
La honda de Manco Ccapacc.
Maco Capac era muy poderoso. Tenía una honda con la que arreava a los cerros donde quería. Como las aguas del lago Titicaca inundaban los pueblos de las orillas en los años de muchas lluvias, a fin de protegerlos trajo los cerros que circulaban su orilla occidental arreándolos a hondazos.
El pueblo encantando
Entre el extremo sur de la península de Socca i la diminuta isla de San Cristobal, en el lago Titicaca, cuentan los pescadosre viejos que en las noches de plenilunio se contempla en el fondo del lago casi a flor de agua, torreones de edificios i de templos de una antigua ciudad encatanda. Los del lugar, los de yanaque, desde el punto de vista étnico observan ciertas constumbres y usanzas diferentes de los demas grupos del distrito, se creen descendientes de los habitantes del pueblo encantado.
El sapo totemico
El cerro a cuyas faldas se halla el pueblo de Acora, visto desde la pampa oriental presenta el aspecto de un sapo gigantesco. Sobre él cuentan los ancianos que era un sapo que bajaba a beberse las aguas del lago, pero el dios inti mando al acero para que lo cortase. La culebra bajó desde las alturas a gran velocidad, le envolvió la cabeza i lo incapacitó para beberse las aguas del lago. La culebra es le pequeño rio Ccalajahuira que rodea el pueblo.
Challa Huayaca
Un habitante de las cordilleras había bajado a las orillas del lago en busca de provisiones. En su camino al pasar pr una apacheta, encontrose un talego de quinua que lo recogió satisfecho, pero de pronto el talego empezó a pesarle más i mas tanto que no pudo avanzar, entoces descubrió que solo era un talego de arena challa huyaca que lo arrojó al lugar donde actualmente se levanta la capital del distrito de Acora.
La Leyenda de la papa
Los mamani y los quispe eran dos ayllus que habitaban las quebradas aledañas al lago. Los Mamani eran trabajadores i vivian del cultivo de la papa que los Qusipe se robaban en las noches. los amanin oidiern a su Dios que protejiera a sus chacras de la codicia de los Quispe. El Apu de los mamani hizo que de la noche a la mañana, el frto de la papa ya no fuera alimenticio i que todo el alimemyo de la planta se concetrara en su raíz. Así fue que cuando los Quispe robaron los frutos estos resultaron insípidos i hasta nocivos para la salud. En cambio junto a las raíces, se formaron los frutos en tubérculos sabrosos que los Mamani cosecharon tranquilos.
Puno, 13 de Febrero de 1911 - Lima, 21 de Marzo de 1998. Educador discípulo de José Antonio Encinas y escritor de obras de pedagogía, literatura y folklore. Publicó 29 libros entre ellos "Niños del Kollao" (1937), que lo ubica entre los fundadores de la literatura infantil en el Perú, "El Cuento Puneño" (1955),"Danzas y Bailes del Altiplano" (1981) y "Psicopedagogía del Lenguaje". Las páginas de este blog buscan recordar su vida y obra al cumplirse cien años de su nacimiento.
viernes, 13 de julio de 2012
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