miércoles, 1 de marzo de 2017

Warisata y los núcleos escolares campesinos


Churata en Warisata (Foto tomada del artículo de Arturo Vilchis C.)

(Extracto de "Historia de la Educación en Puno" sobre la importante experiencia de educación  indígena de Huarizata, que floreció entre los años 1931 y 1940. Fue visitada por Gamaliel Churata (1933 y otros años) y Encinas (1939) y en 1945 fue sede de la reunión técnica entre maestros bolivianos y peruanos que organizó los Núcleos Escolares Campesinos)

Puede considerarse el caso de Huarizata, en Bolivia, como un  caso prócer de la  nueva educación rural en América Latina  por sus objetivos y por su  orientación, diríamos también por la participación de la comunidad en el funcionamiento de la Escuela.

Pues, gracias a su fundador, don Edgardo Pérez, maestro ru­ral de gran visión y que con justicia llegó a ser ministro de Educación  en su país más tarde, se levantó la escuela indígena de Huarizata al norte de la Paz, hacia las montañas de Sorata, no muy lejos del lago Titicaca y si más bien cerca de Huarina, el pueblito que meciera la cuna del General Santa Cruz, el que intento unificar Bolivia con el Perú ba­jo la bandera de la Confederación.

En la arquitectura de esa escuela, podía advertirse a primera vista la piedra que diera perennidad a Tiahuanaco, el adobe, que retra­taba la realidad campesina contemporánea y los cuadros murales que graficaban el porvenir de estos pueblos, pintados por Manolo Fuentes Lira, pintor peruano nacido en Cuzco.

Daba  la impresión real de un verdadero movimiento, pues era la única gran casa de dos pisos sobre la amplia y fría escarpa del Alti­plano, ya que las cabañas habitacionales de los campesinos eran apenas diminutas y deleznables chujllas, esparcidas por aquí y por allá, como unos enanos en torno al gigantesco local de Huarizata. Y Huarizata fue levantado por los músculos indígenas, no con fuerzas y  materiales extranjeros.
Manuel Fuentes Lira, Marina y Nilda Nuñez del Prado
Gustavo Navarro y Gonzalo Bedregal 1939

La Escuela de Huarizata reunía niños, hombres y ancianos de ambos sexos. Pero destacaba una innovación social con la participación de los hombres maduros constituidos en  el Consejo de Ancianos, ayudando a los maestros en la educación de sus hijos y sus nietos; aun más, resolviendo los problemas que el funcionamiento de la escuela planteaba.

La Escuela de Huarizata, la gran escuela influyó sobre otras escuelas de la zona y se estableció un primer  anexo espontáneo, natural e informal que luego se sistematizó para señalar las escuelas que debían depender de ella, formando un grupo de número definido de relaciones pedagógicas y administrativas, así como sociales. El único  defecto que advertimos fue que las escuelas dependientes se ubicaban a distancias poco prácticas, a algunas había que llegar hasta en dos días, lo cual era indudablemente una dificultad que le restaba eficacia.

Así  que Huarizata por su organización fue también precursora de los núcleos escolares campesinos.  Y la denominación de núcleos  se tomó para la experiencia en ambos países Perú y Bolivia, lo cual dio lugar a que la prensa boliviana anunciara que había triunfado la tesis boliviana en la reunión de Huarizata cuando se reunieron educadores peruanos  y bolivianos para planificar la nueva escuela rural boliviana y peruana. En realidad lo que había triunfado era solamente la denominación. No su organización que se modificó, ni su orientación, que se planeó con una nueva concepción. 

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