jueves, 10 de febrero de 2011

Testimonio: San Carlos 1944

Escribe: Guillermo Vásquez Cuentas
gvasquezcuentas@gmail.com

Hace 65 años, en aquel ya lejano 1944, las casualidades de la vida, hicieron que un grupo de niños –puneños en su gran mayoría-, confluyéramos al aula del Primer año de la Sección Primaria del Glorioso Colegio Nacional San Carlos.

Allí, durante casi diez meses que nuestra memoria nunca podrá borrar, veinticinco chiquillos protagonizamos intensas aventuras estudiantiles, bajo la amorosa severidad de nuestro jamás olvidado maestro, José Portugal Catacora, fallecido hace varios años. José Portugal fue un eminente escritor puneño que, pese a ello, no llegó a obtener el reconocimiento de la siempre retrechera comunidad intelectual de Puno. Murió en el más injusto anonimato.

Mientras nuestro profesor nos conducía diestramente por el temprano portal de los conocimientos, había sabido darse maña para captar hechos y circunstancias de lo vivido, relatarlos, escribirlos como “relatos anecdóticos” (como él los llamó), para terminar publicándolos al año siguiente, en un librito: “Lectura para Niños N° 3. Instantáneas Infantiles”, de 50 páginas, impreso en los talleres tipográficos San Ambrosio, cuyos grabados en madera, viñetas en páginas interiores, corrieron a cargo del no menos famoso para la cultura puneña, Francisco Montoya Riquelme.

¿Dónde Están?

¿Dónde están nuestros condiscípulos? Algunos han fallecido, de otros sabemos su paradero, pero ignoramos dónde se encuentran los demás. Qué bueno sería que a esta altura de nuestras vidas pudiéramos reunirnos y evocar ese lejano pasado.

Al final de esta publicación, aparece un “Fichero Biosíquico” en el cual el autor consignó su apreciación personal sobre la “vida activa, afectiva e intelectiva”, además de las “inclinaciones” de sus alumnos, registrados con nombre, apellidos y “mote”.

Ellos fueron los siguientes: Carlos Arce Borda (Viejito), Jorge Ayala (Coco), Guillermo Cazorla Cáceres (Cachupín), Julio Cuadros Mendoza (Comepapel), Raúl Kuong Fernández (Macaco), Fernando Franco Ponce (Cantinflas), Jesús Galdos Rodríguez (Caldo), Plinio Gómez Velásquez (Hombre goma), Juan Machicao Sihuayro (Machucado), Pánfilo Mamani Linares (Mamanquito), Zéus Martínez Neira (Gordo), Hugo Mac Dónald Checa (Pato Donald), Guillermo Neira Castro (Negra), César Paca Encinas (Papaliza), Julián Palacios Ortega (Payaso), Héctor Portugal (Tanaca), Pablo Portugal Aguilar (Payo), Emilio Ramos Cáceres (Rana), Oliver Reid Mac Cord (Gringo Mayor), Paul Reid Mac Cord (Gringo menor) Guillermo Vásquez Cuentas (Chivo), Víctor Villar Bravo (Toro Pichín). También aparecen en la lista niños muy menores que asistían como “alumnos libres” Enrique Paca Encinas (Quique) Federico Franco Ponce (Fico) y Javier Franco Ponce (Chinito).

Qué bueno sería re-encontrarnos y vivir de nuevo el incomparable espíritu carolino.

  GUILLERMO VASQUEZ CUENTAS 

1 comentario:

  1. Vale el reconocimiento de Guillermo al gran amauta puneño. José Portugal Catacora es el paradigma del verdadero maestro peruano. Puso en práctica los nuevos enfoques de la educación de entonces contra una corriente tradicional que veía con "malos ojos" la educación de los niños quechuas y aymaras del Altiplano. En ese sentido es uno de los promotores de la educación rural en el Perú. Más antes ya lo habían hecho Manuel Allqa Cruz y José Antonio Encinas. El Perú tiene una deuda con estos maestros y con los que le siguieron: María Asunción Galindo, Teleésforo Catacora y; naturalmente, con Portugal Catacora. Felicitaciones para ti Guillermo, siempre oportuno, siempre brillante.
    Feliciano Padilla

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