Por muchos años el rostro de Carlos Oquendo de Amat, autor de "5 metros de poesía", fue confundido con el de otro personaje.
Nadie sabe como empezó la confusión, pero por varios años la cara de Oquendo, nacido en Puno 1905, difundida en blogs y webs fue la de un homónimo de un país vecino. Recién, gracias a una foto restaurada su verdadero rostro ha sido revelado. En la foto, publicada en internet el 2015 por el escritor Orlando Granda, y cuya copia le proporcionó el poeta Omar Aramayo, se ve al poeta muy joven asistiendo a una celebración posiblemente en Huancané, Puno en 1930. Por esos años era ya militante del Partido Comunista y había conocido la cárcel. Para entonces ya había publicado su famoso y único libro y pronto viajaría exiliado a Europa.
"Tiene una cabeza obloga con los ojos cavernosos de la tuberculosis" nos dice Omar Aramayo, paisano de Oquendo y estudioso de su vida y obra, "pero muestra su característica alegría que se ve también en sus poesía.
"No se puede desligar a Oquendo de su militancia" señala José Luis Ayala, autor de "100 metros de poesía", biografía del poeta vanguardista, recordando que nuestro Premio Nobel Mario Vargas Llosa, en su discurso de recepción del Premio Rómulo Gallegos, sólo hace referencia a su "camisa colorada" y llama al poeta soñador y brujo de la palabra. La vida de Oquendo sigue ofreciendo misterios por descubrir, no tanto en su poesía vanguardista la cual continua igue nutriendo los estantes con nuevos estudios, sino sobre todo en su vida y compromiso político.
En uno de sus más conocidos poemas, "New York", Oquendo quiso reflejar una ciudad moderna, cosmopolita y siempre vital, señalando que allí "Nadie llegará a los 30 años". Como la ciudad de su poema, él permanece moderno y joven para siempre, aunque lo hayan enterrado en Guadarrama, España, en 1936 a los 31 años.
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