domingo, 3 de julio de 2011

Una Carta de JOSE ANTONIO ENCINAS FRANCO

Lima 4 de Octubre de 1945

Señor don
José Portugal Catacora
Puno

Muy distinguido amigo i colega:

Me complace acceder a sus deseos para dar opinión acerca del importante proyecto presentado por usted para la Reorganización de las Escuelas Rurales en el Perú.

El referido plan comienza declarando que el "El Perú es un país esencialmente rural" i en esto, estamos de acuerdo. Fue un grave error de los españoles en haberlo considerado como tierra destinada a la explotación de las minas, i que, en este afán hubieran olvidado la organización agraria de los antiguos peruanos antes i después del dominio quechua.

"Debemos ser pueblo de agricultores i de ganaderos en gran escala i luego comerciantes exportadores de la producción agropecuaria". Esta verdad es irrefutable, i de allí que la educación de nuestro pueblo debe seguir esa orientación utilitaria sin menoscabo de ofrecer al espíritu toda posibilidad de enaltecerlo.

Las premisas anteriores sirven para orientar la escuela rural hacia un campo más vasto del que actualmente tiene, circunscrito, como está, a desempeñar el papel ocasional i efímero de enseñar a leer, escribir i contar, con olvido de las múltiples actividades en que el educando debe intervenir. 

La denominada "escuela rural" es sólo la escuela urbana trasladada al campo con desventajas que posee, agravadas con el ambiente en que se desenvuelve i las dificultades materiales de que padece. Así, dicha escuela, es una de tantas en donde el maestro i el discípulo pierden tiempo i agotan energías saludables i utilizables en acciones de mayor trascendencia.

La Escuela Rural, como esboza el plan, no puede tener función unilateral sino múltiple so pena de que sucumba, como ocurre ahora con la enseñanza libresca cuyo contenido resulta pobre e ineficaz tanto para el aprendizaje como para la cultura en general.

Dice usted muy bien, cuando señala que hemos perdido tiempo en adoptar organizaciones extranjeras en nuestros planes educativos. Aunque esa influencia exterior no ha sido siquiera ensayada en nuestras escuelas rurales, el hecho es que hubiera sido inútil cualquiera doctrina pedagógica en el terreno tan peculiar como es el Perú. Nuestra escuela rural debe ser típica tanto en la sierra como en la costa i como en la montaña. El contenido social i económico de esa regiones varía dentro del mismo territorio.

El hecho de haber desconocido tal desigualdad ha dado motivo a que la iniciativa particular o colectiva no hubiera alcanzado resultados positivos ni siquiera en la alfabetización. Todavía tenemos en Puno el 90% de analfabetos no obstante la existencia de la llamada escuela rural por espacio de casi veinte años. 

Naturalmente este fracaso es mayor si se contempla la educación con todos los elementos que la integran. El indio puede haber aprendido a leer i escribir, pero es la misma i peor su situación económica y social desde los tiempos de la conquista; continua englobado en las haciendas, empobrecido en las comunidades, con precaria existencia, sin horizonte más amplio para el mayor bienestar individual como colectivo.

De allí que los ensayos verificados en la Granja Taller de salcedo, en la de Pacastiti i en la de Ojerani no han tenido la trascendencia social i económica que se esperaba. Escuelas de lujo, escuelas  desorientadas en el propósito espiritual i  utilitario, viven al margen de las necesidades urgentes e inmediatas del país. 

Estas consideraciones suyas, irrefutables, concuerdan con la misión docente de los maestros de la misión de dirgir esa escuelas. Descartamos la vocación i el sacrificio de nuestros colegas; pero eso no es suficiente. la Escuela Rural requiere conocimientos i experiencia en el complejo mecanismo de las comunidades, ayllus, estancias, haciendas, etc. en donde vive el aborigen; necesita que ese conocimiento i experiencia sirvan para trazar el plan integral a que se refiere su proyecto. por esto el maestro rural debe poseer mayor cultura biológica, económica i sociológica que el maestro de escuela urbana, Si no alcanza este nivel su misión resultara ímproba, i, a veces, contra producente.

Por todo lo analizado, estoy de acuerdo con su proyecto, que, a mi juicio constituye uno de los mejores trabajos que hasta hoy conozco sobre tan importante materia. 

Con las debidas felicitaciones, soy de usted atento i SS.

J.A. Encinas   

Carta de J.A. Encinas comentando la "Escuela Andina del Porvenir. Esquema de un Plan de Organización de Escuelas Rurales" de José Portugal Catacora  publicado bajo el auspicio de la Asociación Provincial de Maestros Primarios de Puno". Puno 1945. Editorial Laikakota. La carta se publicó en dicho libro.

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