domingo, 3 de julio de 2011

Anécdotas e ingreso a Brigadas de Alfabetización (1945)

Emma Deetman (Directora) y la primera promoción de la Normal Vespertina

En los años en que José Portugal Catacora estuvo en San Carlos (1936-1944), también logró culminar su instrucción secundaria y complementar sus estudios de normalista elemental estudiando para normalista de primera en la sección vespertina de la Escuela Normal. En su autobiografía recuerda a la Directora de la Normal Enma Deetman a cuya insistencia se matriculó en la mencionada sección vespertina, como también al Doctor Alfonso Villanueva Pinillos, Director de Educación del Ministerio que permitió mediante Resolución que sólo diera los exámenes de los años de secundaria. 

Tenemos entonces a Portugal Catacora desempeñándose como profesor en la primaria del Glorioso Colegio San Carlos, enseñando en los cursos de perfeccionamiento de la Casa del Maestro, donde era Secretario de Cultura, a la vez que estudiaba para sus exámenes de secundaria y para los cursos para normalista de primera por las tardes. Además participaba en varias instituciones como el Instituto Americano de Arte de Puno, que contribuyó a fundar. Esta febril actividad produjo algunas anécdotas, como las que cuenta a continuación.

Para continuar leyendo presiones Más Información

"Cuando cursaba el tercer año de secundaria, me presente a dar los exámenes de Anatomía, Fisiología e Higiene. Y el profesor doctor José Marroquín sugirió que no se me debía tomar examen y que se me ponga simplemente nota aprobatoria dado mis cualidades intelectuales. Aunque yo no había podido estudiar mucho y eso me caía bien, me sentí obligado a insistir que se me examinara, sobre todo porque había alumnos que veían la sesión y podían juzgar, con justa razón, mal que no diera examen. Ante mi insistencia, el doctor Marroquín me pregunto ¿donde se encuentra el hueso llamado la Silla Turca?.

Ante aquella pregunta, me quede mudo y dentro de mí me arrepentí de haber insistido en que se me examinará, porque ignoraba donde se encontraba ese hueso. En mi desesperación, mire el techo y con preocupación me toque con la mano la parte posterior de la cabeza. De inmediato el doctor Marroquín dijo: muy bien allí justamente se encuentra. Así, salve la situación".


José Portugal Catacora y sus alumnos

"Una mañana , cuando se terminaba el año 1944, se me llamó de la regencia del Colegio San Carlos por una llamada telefónica por un asunto de la Casa del Maestro . Y cuando terminaba de hablar se me encaró el Director y me dijo disgustado "Usted es empleado del colegio o empleado de las instituciones". También de forma airada le conteste "Yo no soy empleado del colegio ni de las instituciones, soy profesor". Y diciendo esto me aleje.

Aunque no cruzamos más palabras las relaciones ya se rompieron, pues en aquellos años yo pertenecía a diversas instituciones, como la Casa del Maestro, el Instituto Americano de Arte, el Instituto de Etnología, el Club Kuntur, etc.,  de las que me llamaban con frecuencia. Acto seguido pensé en retirarme del colegio. Y la oportunidad se presentó luego, cuando mi amigo el maestro Francisco Deza me propuso que me hiciera cargo de la jefatura de la  Brigada de Alfabetización, porque él se iba a otro cargo en Huancané. Yo acepte inmediatamente y mi nombramiento llegó en el mes de Marzo de 1945.

En aquél último año yo era profesor de los hijos del Director y me informaron que los niños se habían puesto a llorar oyendo que su papá queria despedirme. Tal vez esto no se había producido, pero yo resolví mi retirada.

A partir de allí mi labor profesional se intensificó. En primer lugar como Jefe de las Brigadas hice una visita relámpago a la mayor parte de las provincias de Puno y constate que la campaña había terminado en diciembre de 1944 y que solamente las maestras de Lampa seguían realizando alfabetización y en Ayaviri sólo dos esposos seguían ese trabajo. Esa visita me dio una visión general de la educación en el campo, lo que me permitió escribir un proyecto de nueva organización de las Escuelas Rurales, que se publicó con el nombre "La Escuela Andina del Porvenir"   con una opinión muy favorable del maestro Encinas (Ver Carta en este blog) y otros maestros.

Seguidamente llegó de Lima el profesor Gustavo Rubina para propagandizar la alfabetización, con volvimos a la provincia de Melgar y realizamos una concentración de maestros, en Azángaro, de una semana".

Tomado de Autobiografía (Inédito).

No hay comentarios:

Publicar un comentario