En homenaje a la ciudad de Huancane, que celebra este 19 de setiembre su proclamación (19/09/1827) como capital de la provincia del mismo nombre, presentamos extractos de la leyenda que sobre su origen publicó Portugal Catacora en el libro "Puno Tierra de Leyenda". Con estas recopilaciones el autor buscaba que no se olviden las raíces aymaras y quechuas de los pueblos del altiplano.
Chiriguano |
"Cuando la corte del Cusco obligó a abdicar a Amaru Inca Yupanqui en favor de su hermano Tupac Yupanqui, lo primero que éste hizo fue encarar la solución del problema de la anarquía que se había suscitado en la región noreste del lago por las incursiones y a las influencias negativas de los Chiriguanos. Dispuso que se trasladase a una de las tribus del Chinchasuyo más leales a la corona, el ayllo de los Huancas, que había demostrado gran fidelidad al Cusco. (Para continuar leyendo presione "Más información")
Una vez reunido el Consejo de los Orejones el Inca propuso que el curaca Huanca fuera asimilado a la Corte Imperial, como miembro de la familia real, hablando del siguiente modo:
Respetados mayores: acabamos de saber que el curaca del gran pueblo Huanca, ha decidido marchar con su pueblo a la región del Collasuyo para ser fiel guardián de nuestras heredades constantemente amenazadas y últimamente puestas en grave peligro por los bárbaros Chiriguanos. Esta decisión nos reconforta y nos llena del más justo orgullo, al saber que contamos con pueblos de lealtad incondicional; por tanto, es decisión mía ungirlo con el cetro familiar de nuestra estirpe.
Unos días después de aquella memorable asamblea de los Orejones, arribó al Cusco la tribu elegida, siendo recibida con gran júbilo y homenajes de parte del pueblo y la corte. El curaca Huanca y su familia fueron alojados en el palacio de Callcampata. Y el pueblo Huanca fue hospedado en los tampus reales.
Tras de muchos días de viaje por quebradas, cordilleras y punas, una tarde serena, llena de quietud y recogimiento, el pueblo Huanca arribó a Taraco (2), donde se hospedaron por la noche.
Al día siguiente, continuaron su marcha en busca de un sitio que ofreciese favorables condiciones para el establecimiento de la tribu, fuese también un centro estratégico para el cumplimiento de la misión que traían.
Pero grande sería el asombro de Huanca y los suyos, cuando al trasponer la quebrada de Pucarani irrumpieron de los cerros hordas bárbaras que los atacaron inesperadamente. El ejército que lo acompañaba y los hombres del pueblo Huanca, detuvieron la marcha y se aprestaron para la lucha, protegiendo a las mujeres y a los niños.
La lucha fue encarnizada, por momentos Huanca sufría la sensación de que aquel mismo día fracasaría su misión, porque los naturales azuzados por las salvajes hordas de Chiriguanos, eran en número infinitamente superior. La lucha se tornaba cada vez más difícil y peligrosa, los soldados imperiales y los hombres Huancas llevaban todas las de perder; pero en un rapto de desesperación las mu jeres Huancas entraron en la lucha y ello decidió el triunfo de aquella batalla memorable.
Los Chiriguanos y los demás lugareños nunca habían visto luchar a las mujeres, de modo que la presencia de ellas en la batalla los desconcertó y tuvieron que dispersarse, dejando el campo y el paso completamente en manos de los vencedores.
El curaca Huanca ordenó que la tribu acampase en el mismo campo de batalla. Así fue. Y cuando al día si guiente exploraron los alrededores y se dieron cuenta de que la región contaba con tierras ubérrimas, decidió establecerse en aquel lugar, que también resultaba un punto estratégico, ya que de allí nunca habían pasado las incursiones de los Chiriguanos.
Fundación de Huancane
El lugar donde se libró aquella batalla en que hasta las mujeres asumieron funciones militares, y donde Huanca dispuso el establecimiento de su tienda de campaña de pacificación de la zona soliviantada, es el mismo en que actualmente se levanta la ciudad de Huancané.
El curaca Huanca, luego de establecerse de acuerdo con las costumbres que regían la instalación del mitimayaje inició una sabia campaña de pacificación. En primer lugar ordenó que todos los miembros de su pueblo aprendieran a hablar el idioma de los nativos de la región, al mismo tiempo que buscaran su amistad ofreciéndoles dádivas para ganarse sus simpatías.
Esta primera fase de la campaña se cumplió con suma eficacia. Los Huancas aprendieron el aymara a corto plazo; pero en forma mezclada con su propia lengua, característica que ha quedado hasta estos tiempos, y por lo que es fácil distinguir el aymara huancaneño que presenta voces típicas que no corresponden al aymara general del Altiplano.
En una segunda fase iniciaron una intensa campaña de persuasión para que los naturales repudiaran a los Chiriguanos y se sometieran a la corona del Cusco con lealtad. Esta campaña dio también muy buenos resultados; pues pronto los naturales se dieron cuenta de que los Chiriguanos eran hombres de cultura inferior a ellos y que no merecían llamarlos sus “salvadores y libertadores” como se habían enseñoreado hasta entonces. Muchos de los habitantes llegaron a internarse hasta las viviendas de los Chiriguanos, dándose cuenta de la vida bárbara y salvaje que llevaban y muy pronto se despojaron de su influencia. Desde entonces quedó la costumbre de que los habitantes del Altiplano bajen a los valles del Beni, en busca de las especies que cultivan ya que antes sólo los Chiriguanos les traían dichas especies.
En una última fase, el curaca Huanca organizó las tribus dispersas de la región en comunidades y ayllos de Anansaya, los de las serranías y ayllos de Urinsaya, los de los bajíos, próximos al lago (3).
La campaña pacífica de Huanca y su pueblo repercutieron en el Cusco y en todo el Imperio como ejemplo de un nuevo sistema de conquista. Y su ascendencia sobre los pueblos pacificados llegó a tener memoria rayana en lo mitológico. Pues se decía que si el lago había parido para el Imperio de los hijos del sol, a Manco Capac, el curaca Huanca representaba la restitución cósmica de las quebradas a los picachos, de los valles a las punas, y de los ríos el lago milenario, en un intercambio de fuerzas telúricas hecho hombres conductores y salvadores de la humanidad.
***
El curaca Huanca vivió muchos años y murió muy anciano. Le sucedió su hijo mayor Huancarani, quien gobernó la región siempre con la misma fidelidad que su padre para la corona del Cusco. Huancarani fue sucedido a su vez por su hijo Huancane.
Cuando el Imperio Inca llegó al reynado de Huayna Capac asumió el gobierno de la zona el joven curaca Huancane. Y en estas circunstancias volvieron a insurreccionarse los Chiriguanos al mando de Yagualtinte.
Huancane organizó un ejército y partió hacia las selvas, en busca de los insurrectos; pero en el camino se tropezó con la vivienda solitaria del yatiri Pacharia. Este le pronosticó la inutilidad de esa campaña, aconsejándo le que se quedara a gobernar y protejer solamente la zona andina. Pero Huancane, sintiendo en sus venas el ardor de la juventud y la pujanza de sus mayores, prosiguió su marcha sin oír consejos. Mas como le había vaticina do Pacharia, la suerte le fue adversa en la campaña. Fracasó en sus propósitos. Con su ejército casi diezmado por el clima antes que por el propio enemigo, insistió inútilmente en avasallar a los indomables Chiriguanos. Pedía refuerzos al Cusco y éstos no llegaban nunca. Y un mal día llegó la noticia de que Huayna Capac había muerto y que sus hijos Huascar y Atahualpa se debatían en cruentas luchas.
Años más tarde, supo que Huascar había caído en manos de Atahualpa y éste en manos de los españoles. Entonces organizó un nuevo ejército para ir a luchar por el reyno de su soberano. Y cuentan que cuando los españoles llegaron al Cusco y Manco Inca se fugó preparando el primer intento de liberación de su pueblo, buena parte de los soldados indios que sitiaron el Cusco en 1636, fueron súbditos de Huancane. Y que cuando recibió la noticia de la definitiva derrota de Manco Segundo, se declaró Inca sucesor de Huayna Capac y pretendió marchar él mismo en busca de los españoles; pero su ancianidad había llegado hasta la senectud y no tuvo energías para encabezar una campaña militar.
El Inca Huancane vivió sus últimos años atormentado por el dolor de ver y sentir derrumbarse el Imperio de sus mayores. Y empleó sus últimas energías en sembrar en el alma y el corazón de su pueblo, la idea de que nunca se dejara avasallar por los hombres blancos y barbudos que habían exterminado la estirpe de los reyes incas. Aquella siembra se enraizó en la conciencia de los pueblos de la zona como un designio que con el correr de los tiempos se ha convertido en lema y norma de conducta social de los huancaneños, los viriles descendientes del inca Huancane.
De ahí que cuando los conquistadores irrumpieron en el Altiplano, los huancaneños nunca se sometieron al servilismo; conservaron su actitud viril rayana en altanería y pujanza indomables. Y en cuanta oportunidad tu vieron fueron los primeros en levantarse contra los españoles.
Historia epopéyica
Cuando se declaró nuestra República y la situación de los peruanos nativos no había cambiado, los huancaneños fueron los primeros en aspirar a conquistar el impe rio de la libertad plena. Ello fue el impulso de las sublevaciones de 1865 y de 1923 que dejaron horribles recuerdos, tanto en los blancos y mestizos, como para los pobladores de los agros; y que Keiserling las apreció como síntomas de la insurgencia de las razas jóvenes de color en América, para asumir su responsabilidad histórica ante los destinos de la cultura y la civilización decadente de la vieja Europa.
Y ese espíritu ha vibrado en más de cien momentos de nuestra vida nacional.
Fueron soldados huancaneños quienes engrosaron las filas patrióticas de Gamarra en contra de Santa Cruz; fueron ellos los que contribuyeron al éxito de la causa revolucionaria de Castilla, conquistando el epónimo título de “Batallón Glorioso de Huancané” con que se honró la actua ción de los huancaneños; fueron ellos mismos los que al mando de Antonio Riveros, defendieron el honor nacional en la guerra con Chile, organizados en un batallón que llevó su nombre, como llevaron los de otros pueblos del sur; y fueron también ellos los que intervinieron cuando la coalición cívico—demócrata en 1895 al lado de la causa de Piérola.
Esta es la historia epopéyica de Huancané, señalado con el mote de “alzado” o “matacura”, no es en el fondo sino un pueblo que cumple un legendario destino de honda significación social y patriótica; designio de lealtad a la patria heredada de sus mayores; designio que al nacer en el incario, ha podido objetivarse en tangibles formas frente a la Patria nueva: nuestro Perú; ahí están los hechos de la historia.
Es necesario y justo rehabilitar el alto sentido de patriotismo, de libertad y de justicia social que constituyó, que constituye hoy y que constituirá siempre el helan vital del pueblo huancaneño. Pueblo que en su afán de fidelidad suprema a las nobles causas, pudo ser acaso como ninguno, tres veces capital de nuestra patria: primero cuando Huancane se proclamó Inca en un rapto visionario de salvar el incario mutilado por la invasión española; más tarde en la época de la coalición cívico--demócrata, cuando el segundo vice—presidente de Piérola se proclamó jefe supremo del Perú en Huancané; y últimamente, cuando en el movimiento tahuantinsuyano de 1923, se levantó el plano de la ciudad de las Nieves de Huancho, como la segunda capital del Perú.
Huancané es hoy un pueblo progresista, llamado a grandes destinos por el empuje de su designio legendario, por su ubicación que une el norte del Altiplano occidental con la hermana república de Bolivia y por el esfuerzo permanente que anima a sus hijos de la ciudad y del campo.
1950
NOTAS EXPLICATIVAS.-
1. Con la denominación de Apu se designaba en la época incasica al gobierno de cada uno de los cuatro "suyos" o regiones, y era algo así como un virrey.
2. Uno de los distritos de Huancané donde existen restos culturales de peculiar valor.
3. La organización social de las antiguas poblaciones ostenta la división de los urin, los de abajo y los anan los de arriba. Los mismos incas pertenecieron a la dinastía de los Urin Cusco y de los Anan Cusco.
FUENTES.-
1. Monografía de la Provincia de Huancané por Abel Durand Lanza. (inédita)
2. Apuntes para la Historia de Huancané por Jesús Quispe Valdez (articulo publicado en "Clarín”).
3. Diversas leyendas populares.
POR ESO ME SIENTO ORGULLOSO DE MI PUEBLO, RAZA QUE NUNCA SE SOMETIERON A NINGUN EXTRAÑO NI A LOS ESPAÑOLES NI A LOS COMUNISTAS SENDERISTAS, ASI SEGUIREMOS MACHOS Y BIEN MACHOS CARAJOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO.
ResponderEliminarorgullosos de nuestros ancestros sí, que lucharon por justicia,libertad, educación, etc.etc.,aun en las peores condiciones y felipillos de todo tipo; ahora la realidad nos demuestra que en nada hemos avanzado para liberarnos de ese sometimiento principalmente americano y española, mas al contrario estamos retrocediendo a pesar de tanta modernidad,igual que antes todo es saqueo sofesticado miremos conga, telefonica,chilenos,nuestra soberania,el perú vendido al mejos postor,miren ese congreso,prometen y cambian su plan,entonces nuestro concepto de mirar la realidad debe ser mas amplio y toma de conciencia, antes los huancañenos deciamos que los mistis eran los lunthatas ahora que los hijos de esa raza del medio rural campesina llegan al sillon municipal por ejemplo tambien son aun mas lunthatas aracayos,choquehuancas,gomesss,pizarros fugitivo,felipillos y convenidos por doquier, etc,entonces que orgullo podemos tener, hermanos hay mucho que hacer..me siento muy apenado por nuestro pueblo..forjemos unidad para seguir luchando hasta desterrar la corrupción...un Abrazo.
EliminarEN AQUELLA EPOPCA EL INCA HUANCANE ERA AUDAZ PARA LA LUCHA, TENIA CORAJE DE EFRENTAR A CUALQUIER ENEMIGO Y CRISIS QUE SE LE PRESENTABA, A EFECTOS DE CONDUCIR A LA PAZ, LIBERTAD Y DESARROLLO DEL PUEBLO, POR LA MISMA RAZON, EN LA ACTUALIDAD DEBE PRIMAR A MI PARECER EL EJEMPLO DE AQUELLA EPOCA, O NO SERIA ASI PUEBLO HUANCANEÑO.
ResponderEliminarantes eran hombres con "H", hoy somos cobardes.
ResponderEliminarEs cuestión de la falta de liderazgo, porque el pueblo está dispuesto a conquistar la libertad y justicia con desarrollo y el progreso de la provincia de Huancané.
Eliminarque orgullos nos sentimos de tan maravillosos legado que nos dejaron nuestros ancestros no solo en lugares históricos sino en tradiciones y leyendas en estas míticas historias que son reales que fueron escritas con sangre en nuestras almas y mentes para ser heredadas a muchas mas generaciones y no solo a la actual, es ahora nuestro deber para con nuestros antepasados difundir estos conocimientos hechos leyendas y cuentos a todos y sentirnos así mas orgullosos de este legado, así como nos sentimos nosotros de todo corazón Atte. Sra Lourdes Cari e Hijos
ResponderEliminarEstimada Lourdes, gracias por su comentario. Comparto su orgullo por nuestros pueblos del altiplano y la felicito por inculcarlo en sus hijos. Saludos,
ResponderEliminarNo solo es orgullo e hidalguía al sentir que en tus venas corre esos genes que a través del tiempo vibran y se van transmitiendo, aquella estirpe de gente con identidad patria que hace que el Perú se sienta orgullosa de su gente; en todo caso Nosotros al margen de errores cometidos por nuestros coterráneos no caeremos en el ejemplo, porque en medio solo somos parte de la historia y la idea es no quebrarla sino mejorar nuestro Huancané. Adelante paisanos a mejorar nuestra Sociedad.
ResponderEliminarEs verdad somos herederos de una sociedad que en el pasado gobernó en esta parte del continente por mas de 2000 años entregamos a la sociedad importantes aportes en la ciencia, en la cultura, en las artes que hoy el mundo lo disfruta aunque mal nos paguen. hoy ese legado todavía se mantiene intacta pese a la descomunal transculturización a la que fuimos sometidos por mas de 500 años. desde entonces las investigaciones y los adelantos científicos de los Ingenieros aymaras quedaron paralizados y desmantelados llevándonos al borde de su extinción sin capacidad de generación de ingreso. Hoy Huancané solo espera la mano del gobierno central para sobrevivir nuestros gobernantes locales en ese afán se desgastan año tras año sin posibilidad de descubrir y desarrollar nuestro propio ingreso.
ResponderEliminarLa corrupcion perdura aun mas y +, los filipillos de igual manera entonces nos espera mucho trabajo, y seguir informando a nuestros compatriotas, tomar conciencia y organizarnos formando una base en donde se encuentra en su Habitad, y !adelante Paisanos!!!
ResponderEliminarDespués de leer todo lo que fue nuestro pasado que poco queda, esta sociedad política se olvida a pesar que son hijos de esa tierra luchadora y forjadora, muchas veces seguiremos evocando una mejora a los responsables de este país, poco podemos hacer para mejorar por ello, tantas veces decimos luchar por nuestro pueblo cuando se mira algún cargo político a costa de hacer lo posible para llegar, prometen todo para llegar a una alcaldía y al congreso pero después de que llegan a ese cargo todo quedo al olvido, cada uno de nosotros solo somos espectadores, y nunca podemos decir que bien que hizo su labor, no se ve la lucha para este pueblo, realmente no hay esa obra que deseamos ver ya que tan poco o nada hacen de lo que prometieron.
ResponderEliminarEfectivamente Huancane tierra rebelde que nunca se han arrodillado ante los herejes españoles, pueblo de lucha de pujanza de una cultura inca que siempre llevaron en sus corazones la unidad progresista entre todos sus pobladores el trabajar para todos mancomunadamente,por eso hoy Huancane es llamado pueblo rebelde pueblo aymara y matacura pero, hoy en día los gobernantes desde la época de aracayo, choquehuanca hasta la actualidad Efraín vilca callata, A nuestra tierra de Huancane lo han convertido en pueblo de corruptos ,delincuentes cuando llegan al sillón municipal, se ha perdido esa identidad huancaneña progresista por eso digo debemos concientizar a las futuras generaciones con buenos valores, virtudes, morales etc. ETC.. .
ResponderEliminarUn orgullo pertenecer y llevar la sangre de nuestros antepasados, me importante difundir esa historia tan valiosa para de alguna manera recuperar ese espiritu de lucha que deberia identificarnos como descendientes del Inca Huancane
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