jueves, 3 de octubre de 2013

Rijchari : ¡Despertad!

MANUEL NUÑEZ BUTRÓN  (1° de diciembre de 1900 - 7 de diciembre de 1952)
Fuente: Web MNB Colegio Médico del Perú

Con una concepción amplia de lo que es la actividad educativa, "Historia de la Educación en Puno", registra, además de las experiencias realizadas en las escuelas, otras de naturaleza social como la "Universidad Libre de Orkopata" y el "Movimiento Rijjchari". Esta última llevada adelante por el médico Manuel Nuñez Butrón en el campo de la salud en los años treinta, por lo cual es considerando precursor de la atención primaria de la salud en el Perú. Del mencionado libro de Portugal Catacora extraemos el siguiente texto sobre el Rijjcharismo.  

"¡Rijchariychis!, ¡Rijcharisun!, ¡Rijcharisun puni!"
"¡Despertad!, ¡Despertemos!,  ¡Estemos siempre despiertos!".

La raíz de este movimiento fue una idea simple, clara y concreta, pero de signifi­cación profunda, amplia y de proyecciones imprevisibles que acaso los mismos creadores del movimiento no las percibieron.

Fuente: Aqui
Esta idea consistió simplemente en curar las enfer­medades infecciosas de los indígenas, específicamente el tifus que era el que más mortandad producía entre la gente campesina, y de este modo liberarlos de este flagelo.
El indígena ignoraba el origen microbiano de esta famosa fiebre amarilla, la forma de su trasmisión o su contagiosi­dad, así como el medio para su tratamiento. Por tanto estaba comple­tamente indefenso y prácticamente sometido a ser víctima cada vez que el mal entraba en el ayllu.
Por eso la finalidad inicial del Rijcharismo se o­rientó específicamente a enseñar al indio a defenderse del tifus, luego se amplió al tratamiento de otras enfermedades infecciosas y no infecciosas, lo cual creo nuevos conceptos en el indio acerca del origen de la enfermedad y por tanto, nueva visión de la vida o sea una transformación de creencias y por último pro­pició una natural promoción cultural.
Para realizar su idea Butrón va en busca de los in­dios, a las comunidades, de casa en casa, pero los indios no le creen, porque Butrón es un mestizo y los mestizos solo supieron engañar al indio y por siglos.
Entonces Butrón recurre a un medio que sus colegas condenaban y lo siguen condenando, busca a los curanderos, los laicas, los yatiris  y toda suerte de gentes que tienen autoridad mo­ral sobre los indígenas. Los reune en su casa de Juliaca. Les habla del asunto y con tal fe que los persuade y los convierte en sus colaboradores. Pues luego les enseña, sobre la sabiduría mágica que ellos poseen, la sabiduría científica que ignoran. Los curande­ros, se convierten en los líderes del Rijcharismo. Ellos si son creídos por los indígenas.
Cómo funcionaba

Fuente: Revista Peruana de Médicina
Luego de conquistados los yatiris, se realiza un a­taque frontal al problema indígena. Cada curandero, de acuerdo con un rol, organiza, los domingos en cada comunidad; una concentra­ción de indígenas y cientos y miles de ellos acuden a escuchar a un Ríjchari o un despertador.


En las concentraciones, que envidiarían los políticos, los Rijcharis  "despertadores" Eustaquio Rodríguez Aweranqa y Manuel Nuñez Butrón les hablan de cómo curar las enfermedades, como preservarse  con la higiene, como despojarse de los vicios del alcohol y la coca y como adquirir los medios para superar la vida primitiva, labor que se profundiza en las asambleas sanitarias.
Los Rijchari fueron más allá, intentaron y consiguieron que el indio cambiara de concepto a­cerca del origen del tifus y aprendiera a cuidarse de su trasmisión y contagio.
Cuéntase que cierta vez se llevó consigo un piojo dibujado en gran tamaño en una cartulina de cerca de un metro de extensión. Y dijo a los campesinos que ése era el piojo y que ese animal trasmitía de una persona enferma a las personas sanas el tifus. Los campesinos le contestaron irónicamente que de ese ta­maño será el piojo de los blancos, que los suyos eran pequeños y por tanto no ofrecían tanto peligro.
Entonces el doctor Butrón acudió a la casa de un enfermo en una comu­nidad e hizo dos cosas. Primero paso de un enfermo a un sano un pio­jo y esta persona enfermó. Luego tomó los cuidados necesarios con los demás miembros para el enfermo no les trasmitiera sus piojos, para lo cual junto al fogón hizo matanza de piojos. Naturalmente las demás personas no enfermaron.  Entonces sus acciones empe­zaron a tener fuerza convincente y todos los campesinos se interesaron por matar los piojos, pero no con los dientes.
La promoción social


Reunión de educación sanitaria
Fuente MNB CMP
La predica del doctor Butrón suscitó una nueva actitud en las comunidades. Esta actitud fue orientada por Rodríguez  Aweranka y los hermanos Cutipa.
Aweranka organizó agrupaciones compactas de campesinos en las comunidades de la provincia de San Román y parte de Puno Lampa y Huata, con el fin de que la nueva concepción acerca del origen del tifus y la forma de evitarlo fuera propagada ante la ma­yor parte de las gentes. Los hermanos Cutipa ejecutaban las demostraciones correspondientes con los crematorios.
En dichas agrupaciones los aborígenes se familiari­zaban y tomaban la conciencia de nuevas formas de ayuda entre las familias y practicaban medios de diversión prescindiendo del alcohol y la coca.
De ese modo se produjo una promoción social de desarrollo de inesperadas proyecciones; pues derivaron en formas de ayuda, en saneamiento de los ambientes y la abertura de po­zos para surtirse de agua potable.
Promoción cultural
Entendiendo ésta como  desarrollo  intelectual de tipo ilustrativo o instructi­vo, se emprendió tareas de cultura intelectual como aquello de publicar dos revistas. “Rijchari” o ¡Despertad! y “Runa Sonqo” o "Corazón Humano", que se publicaron sucesivamente en Juliaca con más de diez ediciones. Fueron las prime­ras revistas en las cuales los personajes eran indios y sus problemas sociales fueron tratados en forma original humorística a la par que de protesta. Los indios pudieron ex­presar su pensamiento con escritos que si bien despertaban hilari­dad, por su deficiencia de dominio del castellano, en cambio eran genuinas y eso era ya un éxito primigenio.
Rijchari emblemática Josefa Aquino
Por otro lado fueron también las primeras revistas que consignaron notas sociales de la vida campesina, el nacimiento de un niño, la enfermedad de una campesina, la muerte de algún miembro del ayllu, etc.

Eran noticias que le daban personalidad original al movimiento Rijchari como promoción social y cultural. También se deslizaban, a disgus­to de las autoridades, noticias de los abusos que cometían algunas malas autoridades, cuya existencia ha sido proverbial en el interior del país.

Sentido educativo de  Rijchari
El movimiento Rijchari fue acción de educación sa­nitaria inicialmente como hemos descrito, pero después se amplió en forma que abarca aspectos generales de la educación del hombre como individuo y como colectividad, por tanto, este movimiento tu­vo carácter y resultados pedagógicos. El mismo Nuñez Butrón solía llamar “Pedagogía Silvestre”
Queremos insistir en precisar el movimiento Rijcha­ri como un movimiento educativo, porque lo que hizo Butrón fue educar a las masas para que sepan defenderse de las enfermedades, poniendo en práctica la educación sanitaria,  hoy catalogada como un medio eficaz de conservación de la salud, de incrementarla y evitar que sufra quebranto.

Desde otro punto de vista, fue una forma o sistema de educación social del adulto con sentido integral y de un tipo de adulto con cultura propia y por tanto, con maneras de pensar y sentir peculiares, que exigía una metódica extraordinaria.  En consecuencia fue un ensayo fundacional de educación para los indígenas.

Sentido precursor de la obra
II Congreso Nacional Médico 2011  (Hija del Dr. MNB)
Consideramos justo otorgarle la ca­tegoría de obra precursora, porque creemos que la transcul­turación del hombre indígena debe comenzar por la educación sanita­ria. A nuestro juicio, dos causas determinan este plan­teamiento. En primer lugar el indio posee un concepto erróneo acerca del origen de las enfermedades. Hacerlo cambiar, es un proble­ma prioritario. Y en segundo lugar, el aspecto sanitario del pro­blema indígena es el más grave en la solución de este problema, porque debido a ello el indio presenta un aspecto despreciable del cual es menester liberarlo.
Así que una solución integral del problema indígena hay que encararla iniciando por la educación sanitaria. Por eso es evidente que la obra de Nuñez Butrón es precursora, porque se adelan­tó a algo que hay que hacer hoy masivamente en el Perú. Su obra es un credo y una acción viva y redentora.

NOTA
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