miércoles, 17 de octubre de 2018

NAVEGANDO EN EL TIEMPO (V): LOS PRIMEROS ESPAÑOLES EN EL LAGO


Nuevamente bienvenidos, me presento para aquellos que nos acompañan por primera vez. Soy el buque Yapura; junto con mi hermano Yavarí fuimos los primeros barcos a vapor que surcaron el Titicaca. Ya llegará el momento de contarles mi historia, ahora quiero invitarlos a viajar en el tiempo e ir al momento en que los conquistadores españoles llegaron al Titicaca buscando sus tesoros y empezaron a navegarlo.
Mientras nos ponemos los salvavidas, les cuento que a principios de 1534 llegaron por primera vez al altiplano dos españoles, Diego Agüero y Pedro Martínez, enviados por Francisco Pizarro desde el Cusco con la misión de buscar minas de oro y plata y los tesoros que se decía había en la Isla del Sol. Recorrieron todo el borde del lago y luego de 40 días regresaron al Cusco llevando noticias de los grandes rebaños de llamas y alpacas que se criaban en el altiplano, de la excelente pesca y caza de patos que se practicaba y de los cultivos de papa, quinua y ocas. Pero sobre todo, noticias de las ricas minas de oro de Carabaya y de Chuquiago, llevando parte de los tesoros de la Isla del Sol que habían sido arrojados al lago al conocerse del asesinato de Atahualpa.

En los siguientes años otros españoles también vendrían a buscar los tesoros que los incas habían ocultado en las islas y las aguas del lago. En 1536 se adentrarían en el lago en un bote de madera los españoles Anzures e Illescas, y en 1538 el propio Hernando Pizarro y su hermano Gonzalo explorarían el lago en su camino de conquista hacia Charcas.
Precisamente vamos a ir al momento en que Hernando y Gonzalo Pizarro, al mando de un grupo de españoles y miles de guerreros al mando de Paullo Inca que se había aliado a los conquistadores, enfrentan la resistencia de Lupacas y Pacajes en Desaguadero.
Listos, ya estamos en 1538, pueden ver por estribor a los españoles y los guerreros incas y también qollas tratando de cruzar el Desaguadero. Los Lupacas y Pacajes en la otra orilla y bajo el mando del gran guerrero Kintiraura atacan a todo aquel que llega a su orilla tras sortear las aguas crecidas del río. Son miles los combatientes de un lado y otro, la batalla es sangrienta.

La batalla durará todo el día. Vencerán los Lupacas y Pacajes, los españoles y sus aliados no podrán cruzar el rio. Sin embargo, en los días siguientes, los españoles ladinos emplearán balsas hechas con troncos que hace unos años mando traer Huayna Capac, y lograrán pasar al otro lado. La batalla será aún más feroz, siendo capturado y vencido el valiente Kintiraura. La resistencia no terminará allí, los conquistadores serán hostilizados en su camino por Tisu Yupanki, quien los cercarán en el pueblo de Cochabamba.
Ahora vayamos un poco más adelante en el tiempo, vamos a alrededor del año 1548, cuando por primera vez un navío español bien construido navega en el lago. Listo ya estamos en esa época. Por estribor pueden ver el bergantín, como ven es una nave de madera de dos mástiles, con grandes velas. Qué les parece, ¿es más grande que las que vimos en la época Tiahuanaco e Inca?. Sí, no es tan grande, tendrá unos 40 metros. Tuvieron muchas dificultades para construirlo, pues no hay cerca buena madera. No es una nave de combate sino de exploración.
Juan Ladrillero, imagen del libro con su biografía.
Allí pueden ver al capitán Juan Ladrillero, no es un improvisado. Estudio navegación en la Academía real de España y ha tripulado naves en el Océano Atlántico y el Pacífico. Ahora es Encomendero y explora el lago, tomando medidas y buscando una posible salida hacia el mar. Los españoles sueñan con llevar a Europa lo más rápido posible la plata que extraen de Potosí.
El uso de barcos con grandes velas no es tan apropiado para el lago, debido a los fuertes y cambiantes vientos. Sólo los uros los conocen bien y pueden sortear las trompas lacustres que se producen en cualquier momento. Por eso, varios de estos bergantines terminarán hundiéndose.
Juan Ladrillero no encontrará ninguna salida al mar, pero en unos años será famoso, pues atravesará de ida y vuelta el Estrecho de Magallanes, demostrando que es posible hacerlo en ambos sentidos, abriendo la posibilidad de una nueva ruta de regreso a Europa.
Dejemos a don Juan navegando su bergantín, aprovechemos para disfrutar estas vistas del lago antes que numerosas naves grandes y pequeñas de los españoles empiecen a surcarlo.
Nos vemos el próximo miércoles para conocer más sobre la historia de la navegación en el lago Titicaca. Hasta pronto.

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