lunes, 23 de abril de 2012

Declaraciones de una Llama


Un periodista tuvo la ocurrencia de entrevistar a una Llama. I conversaron de la siguiente manera:

— ¿Podría decirme porqué es usted tan altiva?

—Pues vea, señor; cada una tiene derecho a ser co­mo quiere. Pero ya que usted se interesa en saberlo, le diré: Yo desciendo de las estrellas. Hubo una vez lluvia de estrellas en los Andes y cuando cayeron sobre las nie­ves, se quedaron convertidas en llamas, vicuñas y alpacas.

—Qué maravilla, señora Llama.  ¿Qué piensa usted de los hombres?

—Créame usted, señor periodista, que ahora sé muy poco de los hombres. Antes frecuentaba las cortes impe­riales del Cusco, de Quito y otras ciudades; trataba con los mejores reyes, reinas y princesas. Ahora vivo casi olvidada, en las cordilleras, porque me han usurpado los ca­ballos, los burros y las mulas que trajeron los españoles; pero estoy viendo que a ellos también los están despla­zando los carros y los aviones. Lo que son las cosas los tiempos…Por eso sólo puedo hablar con los hombres que viven en las cordilleras. Ellos quieren me­jorar su manera de vivir, pero la civilización no llega hasta esas alturas - terminó la Llama.

— Encantado de conocerla y de haberla escuchado, se­ñora Llama, - expresó el periodista y agregó:

— ¿No desea usted decir algo más para informar en mi periódico?

—Con todo gusto, señor periodista. Diga usted en su periódico a las gentes de las ciudades que nunca me lleven a los jardines zoológicos; yo prefiero mi libertad junto a los picachos, en las extensas pampas andinas. I luego, que los automóviles, las góndolas y los camiones no me miren con malos ojos, cuando bajo a las ciudades. No me interesa la ciudad. Pero, eso si que tampoco me crean menos que nadie para que se avergüencen de mi. Ya sa­be usted: ¡Yo desciendo de las estrellas!

Tomado de "Mi Tirallo" Libro de Lectura Graduada para Niños de educación Primaria. Instituto Experimental de Educación de Puno.1953. José Portugal Catacora

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