y de tus manos vuelan palomas blancas
Mi recuerdo te viste siempre de blanco
como un recreo de niños que los hombres miran desde aqui distante.
Un cielo muere en tus brazos y otro nace en tu ternura.
A tu lado el cariño se abre como una flor cuando pienso.
Entre tí y el horizonte
mi palabra esta primitiva como la lluvia o como los himnos
Porque ante ti callan las rosas y la canción.
Carlos Oquendo de Amat
Puno, 1905- España, 1932
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