domingo, 25 de agosto de 2013

Huayno Puneño

Pandilla Puneña
(De "Danzas y bailes del altiplano" (1981) de José Portugal Catacora)

El huayño o huayno, como se diría en voz aymara, parece derivar de esta última voz que significa juventud. Y en efecto, el huayño es música de juventud, como la pandilla es baile de juventud. Así como el baile, la música es chola porque es creación del hombre cholo. Tiene un espíritu, un contenido emocional y una expresión estética, propias y nuevas que no se confunden con las melodías importadas y sí tiene mucho de lo nativo.

El huayño consta de tres partes perfectamente diferenciables; el preludio o entrada, el cuerpo melódico y la terminación o el remate. Esta estructura hace que se parezca a algunos géneros de la expresión musical de la cultura occidental, como el vals o la marinera, que es mestiza, Y también en esto se diferencia de la música autóctona, pues, a excepción de la música del sicuri, ninguna tiene preludio melódico, sólo el huayño lo tiene.

El preludio de huayño es un juego de notas y compases que se repiten durante i pequeño espacio de tiempo, como anuncio que el conjunto va a tocar un huayño.

El cuerpo musical del huayño es variado en parte y cada parte se repite dos veces y la totalidad comúnmente tres veces, pero puede repetirse muchas veces; sobre todo cuando acompaña al baile.
Y la terminación  o remate es mas sonora, entusiasta y acelerada de juegos melódicos, diferentes al cuerpo melódico propiamente dicho.

Durante el preludio no se baila, las parejas se aprestan para bailar. Se baila en el decurso del cuerpo melódico. Y se remata con zapateo y jaleo, haciendo figuras forzadas a gusto de la inspiración creadora de cada pareja final.

El espíritu del huayño puneño

La expresión musical autóctona es una gama de formas emocionales, desde la alegría del Cahuiri i la Huifala, la sonora y entusiasta del Sicuri, la plácida y enternecedora del Cinta Kana, la romántica del Kajelo, la suave de los Aukis, la bélica del Chiriguano, hasta la necrológica del Ayarachi.

En cambio el huayño cholo si es triste y romántico, con sabor a nostalgia. Estas características la explican su mestizaje racial. En la melodía, música creada después de la Conquista, juega la inspiración emocional de los lejanos ascendientes del mestizo. Por la rama paterna vibra la nostalgia de la tierra distante de los españoles; por la rama materna fluye el dolor de la raza vencida y ambos se combinan en expresión romántica de parte del cholo y la chola, de la linlicha y el hualaycho, o de la colombina y el pierrot de la cultura occidental. Pues como dijera el poeta "en el huayño vibran dolores que cantan y amarguras que dan placer, amor hecho ironías y ritmo".

Los instrumentos

Castor Vera Solano
En los primeros decenios de nuestro siglo, los instrumentos en que se tocaba el huayño eran la bandurria, la guitarra, el charango y la quena; sobre todo este último instrumento que le insuflaba tristeza.

Poco apoco se han desplazado algunos instrumentos, y otros se han suprimido, habiéndose agregado nuevos.

La bandurria ha sido desplazada por la mandolina y la quena ha desaparecido. En cambio se han agregado el piano acordeón, la concertina, el violín e instrumentos de viento como el saxofón, la trompeta y el clarinete.

De manera que los instrumentos en que se ejecuta en la actualidad, son charangos, violines mandolinas guitarra, guitarra, guitarrones, piano, acordeones, saxofones, etc.

Cantar Pandillero

Otra característica del huayño pandillero es que en el se dan la mano la música y la poesía. Y es que hay mucho lirismo en su cantar y mucho romanticismo en su melodía. En general, hay arte poético en la melodía del canto.

No es que las letras de huayño pandillero hayan sido escritas por poetas, no; todo bailarín o "serenatero" es un enamorado y todo amor engendra expresiones románticas que vibran en las letras de las canciones pandilleras.

Algunos cantares, bellos cantares del pueblo puneño cholo, tienen  el sentido perenne de lo inolvidable. Y allí tras años de desfilar por la voz de las bellas cholas cantoras, sentimentales piezas literarias que  nunca se mueren.

Hay una particularidad en el canto puneño. Y es que  casi no hay en Puno cantores varones, parece que este fenómeno es general en el Perú.

Coplas pandilleras

Insertamos fragmentos de algunas coplas pandilleras que demuestran con elocuencia  nuestra información de que el huayño cholo es eminentemente romántico, en el que se aderezan el amor a la mujer y a la tierra.
Familia Portugal Catacora
Cholitas Puneñas
(Víctor Emilio Cuentas Ampuero)

Cholitas puneñas somos
venimos del lago azul,
donde el sol enciende maravillas
y la luna soledosa
surca como velero de amor

Puno, Puno, tierra de ternura,
son tus calles pandilleras
suspiros de un amanecer

Conjunto Masías

Pomateñita

Pomateñita:
brillante rayo de luna
dos estrellas son tus ojitos
relucientes;
tus miradas y tus caricias
son mi vida;
por qué te alejas,
por qué te vas.





Ayavireña

Junto a una roja colina
de la ciudad melgarina
una linda ayavireña
el corazón me robó.



(Puede escuchar huaynos puneños aquí)

3 comentarios:

  1. felicitaciones por presentar estas paginas que identifican la vivencia puneña y rememoran su vivencia que no debe perderse jamas

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  2. Alguien me puede pasar la partitura del huayno pandillero llamado "Roja Colina" por favor

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