sábado, 30 de enero de 2016

Huifala - Wifala

Por el significado Quechua de la palabra que la nombra, Huifala, se diría que es baile o danza de banderas, porque Huifala es sinónimo de bandera; pero, por lo que se realiza en el curso del baile, sería baile de las flores, ya que los bailarines se arrojan con flores, unos a otros. 

La Huifala es baile de las flores, porque el florecimiento produce una natural expresión de alegría, por la esperanza que anuncia la floración para el próximo frutecimiento que dará buenas cosechas. Y en efecto, la Huifala se baila con mucha y natural alegría y entusiasmo que desborda en el juego que es parte del contexto de la danza.

Es una danza eminentemente rural porque sólo se baila en el campo. La zona en que se baila es la Quechua, o sea la parte Norte del Altiplano que fuera objeto de mayor influencia de los Incas. 

Su ejecución. Los pajonales inmensos, los pastizales que suelen quedar entre chacra y chacra y la vera de los sembríos, son los escenarios en que se baila la Huifala, jugando con flores silvestres, interrumpiendo la majestad solitaria y silenciosa de los campos con la algarabía de los bailarines coloreados de adornos y flores y con el bullicio exultante de las melodías alegres y sonoras.

A diferencia del Cahuiri, la Huifala se ensaya como las demás danzas en general, pero no con la disciplina de estas. El ensayo se explica porque la Huifala aunque se presenta preferentemente en los carnavales, se baila también en otras fiestas. Por ejemplo, en la fiesta patronal de la virgen de Alta Gracia, en la capital de la provincia de Melgar, uno de los bailes que constituyen la atracción de la presentación folklórica es la Huifala.

La Música. En la Huifala participa hombres y mujeres en cantidad indeterminada, aunque generalmente no son más de veinte parejas. La comparsa consta de bailarines jóvenes, hombres y mujeres y músicos, que dominan el pinquillo, el tambor y el bombo. 

El pinquillo es un instrumento de viento. Es algo más pequeño que la quena. Se diferencia de esta en que el pitón para tocar tienen un dispositivo tapado, dejando un espacio oblicuo y al final una ranura para soplar, No obstante que este instrumento es de dimensiones similares a la quena, sus notas no producen sensación de tristeza por el contrario denotan alegría.
Wifalas de Juventud de San Antonio de Putina
Ganador del Concurso de Danzas Autoctonas
Candelaría 2016

La ejecución de la danza se realiza en dos situaciones. Una recorriendo por los senderos de las chacras, las chacras, las calles del poblado, la esquina, en las plazas, En estas condiciones la danza da la impresión de un abigarrado y espontáneo baile de diversión, en la que no hay precisamente parejas, sino que cada personaje baila con absoluta autonomía en los movimientos que ejecutan sin más control que la melodía y el ritmo que la regula.

Y la otra, cuando la comparsa se detiene en un lugar pintoresco o en un angulo de la plaza del pueblo. En esa forma, la comparsa da la impresión real de danza porque los movimientos se desarrollan ya no libremente sino en contextos dinámicos de conjunto, Es decir los movimientos ya no son individuales. 

Figuras. Parece que cada conjunto modifica y agrega nuevos movimientos y figuras para cada oportunidad. Los movimientos son reglados por el ritmo de la melodía. pero, en realidad la plasticidad estética de las figuras es consecuencia de la destreza de los brazos que con dominio extraordinario manejan los huchi chuichis.

Como una de las figuras de culminación se realizan los latigazos semejantes a la lucha de hombres entre los Cahuris aymaras, con la diferencia que en este caso no tienen carácter de lucha entre dos hombres, sino de resistencia de los hombres a los golpes de las mujeres. 

Al son de la música, los hombres mueven  sólo el cuerpo no los pies y las mujeres  bailan con los látigos dando vueltas, golpeando a las desnudas pantorrillas de los hombres en cada vuelta. En algunos casos, se abren cardenales sangrantes en las pantorrillas hasta que las mujeres se cansan y dejan de golpear voluntariamente, Entonces termina la danza.

Valoración. La Huifala es un baile y una danza al mismo tiempo, con la particularidad de que en su desenvolvimiento ambas entran en juego alternativamente; pues hay momento en que la masa coregráfica actúa sujeta a normas que dan forma colectiva a las figuras; y otros en que cada persona baila con absoluta espontaneidad. 

La Huifala responde a la experiencia de la cultura quechua y traduce la costumbre de la prueba de capacidad viril que demostraban los hombres antes de conquistar el derecho a elegir esposa. Sin embargo, en forma curiosa y paradójica, se llama también Qajcha, que quiere decir disparo, quizás porque los latigazos suenan como disparos.

Por el doble significado de su ejecución, por la espectacularidad de sus movimientos y figuras de conjunto, así como por la belleza acústica de sus melodías, esta es una de las danzas que muy pronto se ha convertido en espectáculo teatralizado; pues desde los años treinta se baila en escenarios en el medio provincial y hasta ha llegado a la Capital del Perú. 

(Extractos de "Danzas y Bailes del Altiplano" de José Portugal Catacora)

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