miércoles, 17 de febrero de 2016

Palmas Magisteriales y Viaje de Estudios: Autobiografía

Lagunas de Xochimilco
Ciudad de México
Con maestros mexicanos.
En 1956 nos otorgaron las Palmas Magisteriales de segunda clase. Y en ese año se realizó el Congreso Interamericano de Educación Primaria en Lima [1], al que asistimos en representación del Perú. Al finalizar este Congreso, el Perú ofreció un almuerzo a los congresistas, en este acto me tocó la suerte de sentarme en una misma mesa con Gonzalo Abad [2], educador ecuatoriano representante de UNESCO, quien se interesó por conocer nuestro experimento en Puno. Cuando se retiró de Lima me dijo que iba a dejar recomendado al Secretario General del Ministerio, que era el doctor Indacochea, para que el Ministro Mendoza me propusiera a UNESCO para una beca.

En ese mismo año se realizó el Seminario de Planes y Progamas de Estudios de Educación Primaria en Huampaní (1956), al que también asisití. Transcurrió el resto del año y yo pensé que la beca habría quedado en un buen deseo, cuando recibí un cable de París en que se me concedía la beca. Viaje a Lima y a mi vuelta lleve el nombramiento de quien me reemplazaría. Entregue el plantel con todos sus elementos y volví a Lima para viajar en uso de la beca, debiendo quedarse mi esposa y mis hijos en el Cusco.

Viajé haciendo escala en todos los países de Centro América y luego me detuve en México, donde las autoridades me trataron con suma atención. Me proveyeron una persona que viajaba conmigo a todas partes. Viaje a diversos lugares de México, donde encontré novedosas formas de vida; pero nada nuevo en materia de educación, así transcurrieron los cinco meses de estada en México, al final de los cuales visité la Escuela Nacional de Maestros, donde dí una conferencia. Se reunieron más de mil alumnos de los últimos años de estudios, quienes me hicieron una serie de interrogantes a los que tuve que contestar. Al final, la Directora Guadalupe Ceniceros [3] hizo un valioso comentario, me comparó con Pestalozzi y con José Santos Chocano que había sido secretario de un revolucionario mexicano. Luego, se corrió la voz de mi conferencia y me solicitaron la misma varios inspectores de educación, así dicté en varios lugares la misma conferencia, incluso dos veces al día, todo lo cual fue recogido por los diarios.

Antes de viajar a Puerto Rico, la señora Ceniceros me ofreció un puesto en México con un excelente haber, pero ya había firmado un contrato con UNESCO para volver al Perú y trabajar al menos dos años.

Debo recordar que en México sufrí una intoxicación, y mis paisanos médicos Matuk y Alencastre me consiguieron consulta en el Instituto de Nutrición y me diagnosticaron estrés.  Como me había convertido en creyente, creí que la Virgen de Guadalupe a la que visité en su santuario, me había hecho el milagro, porque yo estaba mal desde hacia mucho tiempo.

En aquel año 1957 México celebraba el Centenario de la primera Constitución dada por el notable Presidente Benito Juárez, con este motivo se celebraba una serie de actividades escolares. En una escuela de la capital se organizó la República Escolar, a la que asistí en un acto formal que se paso en los noticieros de los cinemas.

Durante todo el tiempo que permanecí en México los maestros me invitaron a diversas festividades, algunas en mi honor. Por ello deje muy triste México, porque todos los mexicanos estiman a los peruanos debido a la similitud de nuestras culturas prehispánicas.

NOTAS
[1] En realidad sería la "Conferencia Regional sobre la Enseñanza Grauita y Obligatoria en América Latina" realizada en Lima en abril de 1956.
[2] Gonzalo Abad Grigalva, ingresó a la UNESCO en 1948. En 1962 fue ministro de educación en Ecuador, posteriormente, al regresar como alto funcionario a la UNESCO, tuvo un importante papel para que Quito fuera declarada parte del Patrimonio Cultural de la Humanidad.
[3] Guadalupe Ceniceros de Pérez Zavaleta. Ocupó destacados cargos en las instituciones educativas y el ministerio de educación de México.

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