En posesión de
tan extenso y significativo territorio, el Cóndor, convertido en Mallku Kunturi,
organizó toda la zoocracia dependiente de su autoridad en estricto orden
jerárquico. En el primer plano colocó a las aves que pueblan toda la amplitud
de los cielos; en el segundo plano colocó a los animales que caminan y pueden
correr, como los cuadrúpedos; en el tercer plano colocó a los animales que se
arrastran como los reptiles y los batracios; y, en el último plano situó a los
animales que viven en el cuerpo de otros animales, como los piojos, pulgas y
otros insectos.
Kunturi, un Rey Justo
El cóndor, una vez
declarado rey de los animales de los Andes, lo primero que hizo fue demostrar
que era un rey justo. Con este motivo se transformó en ser humano y empezó a
visitar los hogares de todas las familias de las comunidades campesinas, para
constatar personalmente como se desarrollaban las gentes, para luego proseguir
con los animales de otras especies.
La primera familia
que visitó fue la de un matrimonio sin hijos. En esta familia, los esposos se
peleaban porque la falta de hijos, no canalizaba bien sus sentimientos y por
eso tenían constantes discordias. Para poner fin a estas discordias, buscó unas
yerbas fecundizantes, la chachacoma y el maranselo. En posesión de estas
yerbas, conversó con los esposos y les dijo: - Será bueno que
ustedes, tengan siquiera un hijito; tomen un mate de estas yerbas.
Los esposos afectados
por las discordias aceptaron y tomaron el mate de dichas yerbas y pronto
tuvieron un hijo. Entonces esperaron el retorno del amigo que les aconsejara,
pero este, no volvió más.
Después encontró una
constante pelea que mantenían dos familias vecinas por razón de falta de
linderos precisos en unos terrenos que poseían. A estas familias les aconsejó
que hicieran casar al hijo e hija que tenían y que al nuevo matrimonio le
dieran por herencia los terrenos. Así lo hicieron y después del matrimonio la
paz llegó a las dos familias y nunca más volvieron a pelear.
Finalmente encontró
una pequeña comunidad que su fría los rigores de la explotación que les hacía
un gamonal que tenía su hacienda cerca de esa comunidad. Esta vez el cóndor
consulta con el rayo lo que podía hacerse. Entonces el rayo les dijo: - Déjenlo por mi
cuenta que yo arreglaré el asunto.
Y así fue, en uno de
esos viajes que hacía el hacendado del pueblo hacia su hacienda, fue
sorprendido por una furiosa tormenta; pues de repente cayeron rayos, relámpagos
y truenos, acompañados de una lluvia torrencial. Y mientras cruzaba una pampa,
un fuerte rayo le cayó y murieron el gamonal y su caballo. En los tiempos que
siguieron sus descendientes se fueron a una ciudad distante y ya no volvieron a
molestar a los comuneros.
Después de estos
acontecimientos el Cóndor, sintiéndose un rey justo se dedicó a gobernar con
seriedad.
Cuando el Zorro se
enteró de que Kunturi había vencido a Lulli y que había sido declarado Rey de
los animales de los Andes, meditó largamente en la forma como acondicionaría su
vida con el nuevo monarca de los animales.
En primer lugar pensó
en que era él el animal más inteligente de todos los animales y se dispuso a
poner en juego su inteligencia en la primera oportunidad con el rey Cóndor. Pensando de esta
manera se fue donde el Monarca de los Andes y le dijo: - i Oh I poderoso rey
- le dijo con cierta sorna y continuó. - Yo también aspiraba
a esa dignidad, pero como la vida siempre es muy injusta, no me han tomado en
cuenta para nada -terminó como protestando.
- Si tú te crees tan capaz de ser el rey de los animales andinos, pues acude al todopoderoso, el dios Inti y presenta tus gestiones, fue la respuesta de Cóndor.
Y así fue. El Zorro
se fue donde el dios Inti y expuso: - ¡Oh! todopoderoso,
dios nuestro; sé que tú has declarado
rey de los animales a Kunturi y no te has acordado de mí, tu siervo más
talentoso para dicho cargo. Y piensa tú que todos los animales están
protestando. Puede realizarse un gran levantamiento que no solo puede destituir
a Kunturi, sino poner en graves aprietos a todos los seres de la tierra que
constituyen tu feligresía.
- Si tú aspiras a ser
rey de los Andes - le dijo el dios Inti - muy sencillo. Desafía a Kunturi. El zorro se quedó
pensativo y luego como saliendo de su aprieto respondió que sí lo desafiaría. Y
luego pensó para sí - "Acudo a alguna de mis tretas y venzo a
Kunturi" - y se fue a desafiarlo.
El rey Kunturi;
aceptó más para darle una buena lección a Zorro. Y las apuestas empezaron.La primera apuesta
consistió en que cuál de los dos sería capaz de resistir más tiempo sin tomar
alimentos.
El zorro se llevó a
su cueva una buena cantidad de provisiones en la noche anterior a la prueba, se
pegó un atracón de padre y señor mío, que amaneció muerto quedando consolidado
el reynado de Kunturi.
(Tomado de "Personajes Folklóricos del Altiplano", de José Portugal Catacora)
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